¿Qué es el Mildiu y cómo se combate?

Lista de contenidos

  1. ¿Qué es el Mildiu?
  2. Reproducción del Mildiu en el cultivo de cannabis
  3. Síntomas y daños del Mildiu en la marihuana
  4. Prevención y control del Mildiu en plantas de cannabis

¿Qué es el Mildiu?

El Mildiu es una enfermedad criptogámica producida por hongos que tiene como resultado el crecimiento de hifas fúngicas en los tejidos vegetales, madera, cuero, papel, etc. Relativamente parecido al Oidio , el Mildiu se adentra en los tejidos de hojas, tallos y frutos y no sólo permanece en la superficie como hace el primero. Al ser un endoparásito, no apreciaremos su estructura hasta que los daños producidos en la planta sean considerables, daños que suelen ser ocasionados en las partes aéreas de las plantas. Forma parte de la familia de los Peronosporaceae, que engloba 7 géneros y unas 600 especies.

En agricultura suele dañar cultivos de patata, vid, tabaco y cucurbitáceas, sin olvidar, por supuesto, los cultivos de cannabis. Se trata de un patógeno bastante especializado, pues normalmente cada especie ataca a un número concreto – y relativamente pequeño – de plantas.

Una de las especies más conocidas es el Plasmopara viticola o Mildiu de la vid, que fue introducido en Europa en 1878 por los franceses al importar cepas de vid americanas resistentes a la filoxera, pero húespedes de este hongo.

Reproducción del Mildiu en el cultivo de cannabis

Como otras tantas especies de hongo, el Mildiu necesita unas condiciones climáticas determinadas para su reproducción, aunque puede permanecer latente durante un largo periodo de tiempo antes de activarse y atacar un cultivo. La principal fuente de infección suelen ser restos vegetales donde la enfermedad puede alojarse para ser diseminada más tarde por agentes externos como el viento, animales o el propio hombre. Así pues, y como siempre, mantener nuestro jardín o cultivo limpio de materia vegetal en descomposición ayudará a tener plantas más sanas, especialmente en invernaderos y en recintos de cultivo de marihuana con mala ventilación.

 

El hongo se activa cuando la humedad sube y las temperaturas oscilan entre 10 y 25ºC. Así pues, durante el Invierno suele permanecer latente esperando que se den las condiciones óptimas para su desarrollo, que suelen llegar durante la Primavera. Cuando la temperatura sube y la humedad es alta (riegos por aspersión, lluvias, rocío) el hongo empezará a desarrollarse y reproducirse. El Mildiu de la vid (Plasmopara viticola) sobrevive durante el invierno formando una estructura llamada oospora (si el invierno es suave lo hará en forma de micelio), germinando cuando la temperatura sube a 12ºC formando un esporangio que será diseminado por el viento y que sólo necesitará un poco de agua (lluvia) para germinar. Permanecerá latente por debajo de 10ºC y por encima de 35ºC.

Cultivos sucios con restos vegetales en descomposición, presencia de agua en forma líquida, temperaturas de entre 10 y 25ºC, cultivos mal ventilados o con poca insolación, etc. son pues susceptibles de ser atacados por este hongo. Riegos copiosos, niebla, rocío y lluvias seguidos de días cálidos favorecerán en gran medida la germinación de las esporas. En cultivos de interior e invernaderos es especialmente recomendable controlar la humedad ambiental y la ventilación en el espacio de cultivo.

Síntomas y daños del Mildiu en la marihuana

Como hemos comentado, el Mildiu ataca principalmente las partes aéreas de las plantas como frutos, tallos y especialmente hojas. Los primeros síntomas son la aparición de manchas blanquecinas/amarillas y ligeramente translúcidas en el haz de las hojas (llamadas «manchas de aceite»); si la humedad es alta, se formará un polvo blanco en el envés de las mismas que puede confundirse con el Oidio, aunque en el caso del Mildiu si raspamos este polvo encontraremos las manchas de aceite.

Si la infección prospera, las partes afectadas se secan y necrosan, causando la caída prematura de las hojas (defoliación) y afectando por lo tanto a la producción y calidad final de la planta. Conforme llega el Otoño, las manchas, delimitadas por los nervios de las hojas, desarrollan tonalidades mosaico (de amarillo a marrón) y puede formarse una pelusa blanca en caso de que el nivel de humedad permanezca alto.

El Mildiu puede afectar también a los tallos de las plantas, formando una mancha de color marrón que en ocasiones puede llegar a dar la vuelta al tallo. La zona infectada se marchita y puede morir en caso de infección severa.

Prevención y control del Mildiu en plantas de cannabis

Si nuestro jardín o cultivo está libre de Mildiu, debemos seguir una serie de medidas preventivas para evitar su aparición. Limpiarlo bien de restos vegetales, procurar una correcta aireación e insolación, no mojar nuestras plantas a no ser que sea necesario, evitar altos niveles de humedad y una densidad de cultivo demasiado elevada, hacer podas para evitar una masa foliar demasiado frondosa, etc. son algunas de las cosas que podemos hacer para prevenir el Mildiu.

Como tratamientos preventivos, podemos optar por pulverizaciones con caldo de manzanilla (50gr de flores por litro de agua, disolver a razón de 9 litros de agua por cada litro de preparado), de ajo (infusión de 50gr de dientes de ajo por litro de agua, disolver 1 litro de preparado en 4 de agua y pulverizar), con cola de caballo o própolis. El caldo bordelés, el oxicloruro de cobre y los ditiocarbamatos son también utilizados frecuentemente como prevención.

Si, por el contrario, observamos síntomas de Mildiu en nuestro cultivo deberemos actuar rápidamente para que éste no se vea arruinado. Aclararemos la zona de restos vegetales, podaremos en caso de mala aireación y retiraremos las hojas afectadas. Existen numerosos productos fungicidas para combatir este hongo, tanto por contacto (penetrantes) como sistémicos. Los primeros (Climoxanilo, Clortalonil, Imazalil) suelen utilizarse tras 24 horas de la aparición de las condiciones favorables para el ataque, como por ejemplo lluvia, mientras que los sistémicos (Metalaxil, Fosetil-Al, Triadimenol, Tebuconazol, Miclobutanil y Bitertanol) se usan tras un máximo de 72 horas.

Como siempre, os aconsejamos que leáis atentamente las instrucciones de uso de estos productos y sigáis detalladamente las medidas de seguridad requeridas para su utilización. Es preferible utilizar productos ecológicos respetuosos con el medio ambiente, tanto por nuestra salud como por la de los que nos rodean y recordad que siempre es mejor prevenir los hongos que curarlos!

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