Lista de contenidos
- ¿Por qué hacer un bonsai de marihuana?
- ¿Cómo hacer un bonsái de cannabis?
- Poda de raíces: Mantenimiento del sistema radicular.
- Cómo cuidar los bonsáis de marihuana?
El Bonsái es un arte que pide mucha paciencia y precisión para poder mantener con gracia una planta de un tamaño reducido. Sin pretender enseñaros a realizar estas esculturas vegetales fascinantes, nos inspiraremos en esta técnica ancestral muy práctica para el cultivo interior, donde el espacio es generalmente limitado.
El bonsái de cannabis será entonces una excelente alternativa para conservar plantas madres en un armario pequeño. ¿Por qué y cómo confeccionar un bonsai cannabico? Aquí os introduciremos al mundo de la miniaturización vegetal.
¿Por qué hacer un bonsai de marihuana?
Los cultivadores de plantas que provienen de semillas de marihuana regulares lo saben: Cuando tenemos la suerte de encontrar un fenotipo destacado durante las selecciones, parece impensable no conservarlo en forma de planta madre para cultivar esquejes cuantas veces queramos.
Estas plantas, si disponen de condiciones ideales, podrán rápidamente invadir el cuarto de cultivo, por esa razón y con el fin de preservar las genéticas de cannabis sin que se vuelvan voluminosas, generalmente el cultivador tendrá que recurrir a la creación de pequeños bonsáis de marihuana.
El primer factor importante a tener en cuenta es el volumen de las macetas, ya que la masa radicular determinará posteriormente el tamaño de la planta; las macetas de 0.5 a 3 litros son las más utilizadas, tienen un equilibrio adecuado entre la autonomía de las plantas y la limitación del volumen de las raíces.
Como las plantas pasarán largo tiempo en este sustrato, será indispensable utilizar una mezcla de sustrato para marihuana de calidad, viva (BactoHemps, Trichodermas, enzimas…), para prevenir eventuales enfermedades o asfixias radiculares. A continuación, comentaremos sobre el mantenimiento del sustrato.
Debemos tener en cuenta la fuente lumínica utilizada: una bombilla demasiado potente (400 W o más), estimulará demasiado el crecimiento de las plantas las cuales se volverán vigorosas pero con tallos y ramas muy débiles. En el caso de utilizar bombillas domésticas, las plantas se espigarían tratando de ir en busca de la luz. Bombillas de bajo consumo de 125 hasta 200w, turbo neones o una MH de 250W, representarán una iluminación adaptada al mantenimiento de plantas madres “Bonsái”, de las cuales no necesitaremos más que de 10 esquejes por mes.
De esta forma, según el número de esquejes y la frecuencia de los cortes realizados, podremos elegir el material a utilizar; para realizar pocos o ningún esquejes, podemos mantener las madres bonsai en macetas de 1.8 litros las cuales tendrán un tamaño adecuado, así como una bombilla de bajo consumo 125w, mientras que, si deseamos producir más esquejes, la capacidad de las macetas y la potencia de la iluminación deberán aumentar en consecuencia.
¿Cómo hacer un bonsái de cannabis?
Todo empieza con un esquejes de marihuana, seleccionado tan cuidadosamente como sea posible: sería una pena hacer un bonsái de una planta sin potencial. Las plantas provenientes de semillas tienen tendencia a estirarse más que los esquejes, que son más ramificados facilitando, de esta forma, el trabajo de miniaturización de la genética escogida.
Una vez reconocida la calidad de esta genética, trasplantaremos el esqueje en una maceta de siembra, esperando a que produzca suficientes ramas para poder extraer el primer clon. Los cortes deberán efectuarse debajo de un nudo, asegurándonos de dejar siempre al menos un nudo por debajo del punto de corte, de este modo nos aseguramos que las ramificaciones seguirán reproduciéndose sin problemas. Esta poda permite limitar la altura de la planta, doblando las ramas, lo que tendrá como consecuencia la repartición y canalización de la auxinas por el resto de la planta empezando a reducir el crecimiento vertical para crecer en forma horizontal.
Seguiremos este principio para ensanchar nuestros matorrales cannábicos recurriendo, si es necesario, a una técnica muy común en el mundo hortícola: tutorar las plantas junto con la ayuda de cuerdas, tratando de doblar las ramas en dirección al suelo, para que se desarrollen horizontalmente en vez de verticalmente. Esta técnica nos permitirá modelar la estructura de las plantas, para optimizar espacio de la maceta limitando la altura.
Mezclando estas dos técnicas, podremos entonces crear varias ramas principales, y podarlas para favorecer el crecimeinto de nuevas y numerosas ramas secundarias. Cuando en el bonsai en contramos un exceso de brotes se reduce mucho la circulación de aire de modo que el moho y los insectos podrán acechar con más facilidad nuestros bonsais siendo a su vez, y más difíciles a detectar.
Podremos también retirar algunos brotes y hojas del centro del matorral, para favorecer la entrada luz evitando que la humedad se quede estancada. Una prevención con un fitosanitario aplicado regularmente será muy recomendable para limitar al máximo la aparición de diferentes plagas que amenazan los cultivos de cannabis.
Poda de raíces: Mantenimiento del sistema radicular.
Una vez tenemos las plantas en sus macetas deberemos mantener en buen estado el sustrato para marihuana. Con el tiempo, las raíces habrán colonizado completamente las paredes de la maceta, a partir de este momento corren el peligro de presentar una espiralización de las raíces, o la asfixia de las mismas pudiendo llegar a ser fatal para las plantas madres.
Igualmente deberemos tener en cuenta, que la retención de agua y nutrientes en el sustrato para las plantas se reduce cuando las raíces ocupan en exceso el sustrato: será preferible trasplantar los bonsái en un nuevo sustrato previamente bien acondicionado.
Para mantener la forma compacta de las plantas, será preferible conservar el mismo tamaño de maceta. Para lograrlo, la técnica del Root Triming o poda de raíces se impone, se cortará limpiamente los bordes del terrón para quitar una rebanada de raíces de unos centímetros de grosor. De esta forma, las raíces dispondrán otra vez de un sustrato fresco y continuaremos limitando el volumen de la masa radicular.
Es preferible realizar esta poda de raíces unos días después de haber cortar los esquejes deseados, para que la masa radicular y vegetal sean equitativas, dividendo el sistema radicular en dos, la planta encontraría fácilmente dificultades para alimentarse si no se reduce del mismo modo la parte aérea de la planta.
Una buena alternativa será la de trasplantar los bonsáis de cannabis en macetas inteligentes; la tela geotextil, utilizada por su confección, asegura una gran aireación, lo que se traducirá en una poda natural de las raíces cuando entren en contacto con el aire. De esta forma, evitaremos la espiralización de las raíces, las plantas podrán entonces pasar más tiempo entre podas de raíces o Root Triming.
Nuestros bonsáis empiezan a tomar forma de árboles enanos, y esperan tranquilamente el próximo corte para crear esquejes, que podremos ir preparando poco a poco alejando ligeramente las plantas de la fuente luminosa, de modo que los tallos se alargarán para facilitar el corte de los esquejes, dado que puede llegar a ser complicado cuando las plantas madres son demasiada compactas.
Cómo cuidar los bonsáis de marihuana?
Un bonsái se podrá conservar varios años sin problemas, a condición de respetar algunas reglas que asegurarán su salud y longevidad de nuestros árboles de cannabis en miniatura.
- En primer lugar, el sistema radicular que es la piedra angular de nuestras plantas, además de las recomendaciones referidas a la vida del sustrato, os recomendamos un riego cuidadoso, para favorecer el desarrollo radicular y eliminando la posibilidad de la aparición de enfermedades como la Phytium (en caso de un agua de riego demasiada fría y el sustrato demasiado empapado, por ejemplo). Si nuestro bonsái está instalado en una tierra sana, tiene entonces todas las posibilidades de perdurar durante mucho tiempo.
- Algunos cultivadores practican con éxito un ciclo luminoso de 6/6/6/6H que permite evitar las 12 horas de oscuridad ininterrumpidas sinónimo de floración, limitando el aporte en luz para un crecimiento lento, tendremos que vigilar las plantas dado el ciclo luminoso caótico al que son sometidas. Una vez tenemos el bonsái creado se aconseja no cambiarlo a otros emplazamientos de cultivo donde la potencia lumínica y los espectros lumínicos puedan variar, acabando por estresar las plantas. El estrés podemos divisarlo a través de algunos pistilos, o la formación de hojas monopalas u otras anomalías. Por esta razón será preferible conservar plantas madres en un armario de cultivo con condiciones ideales, para que las genéticas no se degeneren tras el paso del tiempo.
¡Esperamos que este artículo os haya podido inspirar y aportar las bases suficientes para dejar volar vuestra imaginación en vuestro jardín cannábico!