Cómo incrementar la producción de resina en el cannabis

Lista de contenidos

  1. Los tricomas del cannabis
  2. Métodos para potenciar la producción de tricomas en el cannabis
    1. Iluminación de las plantas
    2. Nutrición de las plantas
    3. Falta de riego
    4. Temperatura y humedad

Como la mayoría ya sabréis, la resina de las plantas de cannabis es de hecho una acumulación de tricomas secretados por la planta, tricomas que contienen los preciados cannabinoides y terpenos que le dan a ésta su particular y único aroma, sabor y efecto. Coincidiendo con el gran aumento en popularidad del que extracciones y concentrados están gozando en los últimos años, la producción de resina de una determinada variedad o planta es una característica cada vez más valorada por los cultivadores y productores de extractos, que no quieren destinar tiempo ni recursos al cultivo de plantas con poca cantidad de tricomas.

Por supuesto, este interesante rasgo tiene mucho que ver con la genética de la planta. Partir de parentales que producen mucha cantidad de resina aumenta – y mucho – las probabilidades de que la descendencia del cruce destaque también en este aspecto, por lo que cada vez más breeders utilizan exclusivamente las variedades más resinosas que encuentran para sus proyectos. No obstante, e independientemente de la producción de resina «marcada» por la genética de cada variedad, como cultivadores podemos emplear una serie de trucos que harán que nuestras plantas produzcan más cantidad de tricomas, lo que a la postre significa mejores cogollos, con un aroma más intenso y un efecto más potente. A continuación os explicamos algunos de estos trucos, así como otros que pueden ayudaros a incrementar la producción de cannabinoides o terpenos.

Los tricomas del cannabis

En varios de nuestros artículos ya os hemos hablado sobre los tricomas de la marihuana, así como de los distintos tipos de tricomas que pueden encontrarse en el cannabis. También hemos visto cómo el color de los tricomas glandulares nos ayuda a determinar el punto exacto de maduración de la planta, de manera que la mayoría de cultivadores siguen la norma de cosechar en función de los tricomas y no de otros métodos menos fiables. Al ir madurando e incrementando su contenido en cannabinoides y terpenos, los tricomas van cambiando de color, lo que nos indica cuándo es el mejor momento para cosechar las plantas, con las propiedades organolépticas y psicoactivas (también medicinales) en su punto máximo.

Se cree que la planta produce resina (tricomas) como sistema de defensa ante diversas amenazas, no sólo para las plantas en vida sino también para la conservación de las semillas una vez las plantas mueren y éstas deben pasar el invierno en letargo, a la espera de germinar durante la siguiente primavera. Las hembras de Cannabis producen varios tipos de tricomas en mayor o menor grado, que apuntamos a continuación:

  • Tricomas unicelulares: Pueden encontrarse ya durante los primeros días de vida de la planta, especialmente en las hojas. Se relacionan con funciones termoreguladoras y de reducción de transpiración o pérdida de agua. Tienen una forma parecida a la de un pequeño y fino pelo.
  • Tricomas cistolíticos: Parecidos a los primeros, aparecen también a una edad muy temprana y tienen una forma similar a los unicelulares, con la diferencia de su cistolito en la base del tricoma. La rugosidad que provocan al tacto se relaciona con una posible defensa ante insectos.
  • Tricomas bulbosos: Dentro de los tricomas glandulares, con forma redondeada, los bulbosos son los más pequeños, con un tamaño de unas 10-20 micras. Pueden encontrarse en todas las partes de la planta, incluso en los tallos.
  • Tricomas sésiles: Se trata de pequeñas glándulas redondeadas de unas 25 micras de diámetro y que carecen de pie o tallo. Pueden encontrarse tanto en hojas como en anteras (en este caso su tamaño será mayor, de unas 80 micras), representando los segundos mayores tricomas glandulares en cuestión de tamaño.
  • Tricomas glandulares entallados: Los que más cannabinoides y terpenos producen y almacenan en su interior, por lo que son los más codiciados por los cultivadores y amantes de las extracciones de resina. Es el tipo de tricoma que nos interesa potenciar en nuestras plantas, pues de la cantidad de éstos depende tanto el sabor y aroma como el efecto de las flores o concentrados. Dadas las múltiples propiedades antifúngicas, antibacterianas, etc. de los diversos cannabinoides y terpenos, se cree que la planta secreta estas sustancias para proteger a las semillas que crecen en su interior y que deberán mantenerse viables hasta la primavera, libres de plagas, hongos y enfermedades, incluso de los rayos UV-B del sol.

 

Métodos para potenciar la producción de tricomas en el cannabis

A continuación os proponemos varias cosas que podéis hacer para aumentar la producción de resina de vuestras plantas, ya se trate de semillas feminizadas, regulares, autoflorecientes, o clones. Como veréis, en muchas ocasiones se trata de sencillos aspectos a tener en cuenta sobre cuestiones relacionadas con el sistema de iluminación, la nutrición de las plantas o las condiciones ambientales dentro del espacio de cultivo.

Iluminación de las plantas

Escoger el tipo de luz adecuada para el cultivo es importante, especialmente si queremos sacar el máximo rendimiento a nuestras plantas. Generalmente, las lámparas de vapor de sodio o HPS han gozado de la fama de ser las mejores para cultivar cannabis, tanto por espectro lumínico como por potencia, aunque con la aparición de nuevos tipos de luminaria ya se están observando resultados superiores.

En efecto, los nuevos kits de iluminación CMH/LEC ofrecen unas mejores prestaciones que las lámparas HPS convencionales gracias a un espectro más rico, que incluye rayos UV-B, presentes en la luz solar. Las plantas que florecen bajo estos nuevos equipos – también bajo nuevos paneles LED de última generación – producen más cogollos por metro cuadrado, y además tienen un contenido mayor en terpenos y cannabinoides como el THC; no en vano se cree que una de sus funciones es la protección frente a los rayos UV-B del sol, por lo que someter a las plantas a una fuente de rayos UV-B provoca un aumento en la producción de este compuesto (hace años, algunos cultivadores ya utilizaban luces UV-B para terrarios durante las últimas semanas del cultivo para incrementar la producción de tricomas y de los compuestos producidos y almacenados en ellos).

No penséis que la diferencia es menor; los estudios científicos llevados a cabo han demostrado un incremento de hasta el 28% en los niveles de THC de las plantas estudiadas, lo que supone casi un tercio más de THC que en caso de cultivar sin el apoyo de rayos UV-B. La producción de otros cannabinoides (como es el caso del CBD) no parece verse afectada, aunque sí se reporta un mayor contenido en aceites esenciales, es decir, en terpenos. Y si incrementar el contenido de terpenos os interesa, no os perdáis nuestro artículo sobre plantas alelopáticas y cultivo de cannabis!

Plantas alelopáticas y cultivo de cannabis

¿Cómo se asocian las plantas entre sí? ¿Podemos conseguir mejores cosechas gracias al cultivo simultáneo de otras especies vegetales? La alelopatía es un fenómeno por el cual un organismo vivo incide directamente en otros organismos de su entorno. En este artículo os contamos más y os explicamos cómo puede ayudarnos otro tipo de cultivo simultáneo a tener unas plantas de Cannabis más sanas y productivas.

Nutrición de las plantas

Por supuesto, una planta con carencias de nutrientes no podrá ofrecer todo su potencial, por lo que una nutrición correcta y adecuada a la fase correspondiente de desarrollo será muy importante para potenciar la producción de resina. Como normal general, y para asegurar una nutrición completa, durante la fase de floración la planta de cannabis necesita lo siguiente:

  • Macronutrientes, especialmente fósforo y potasio
  • Micronutrientes
  • Vitaminas y aminoácidos

Esta nutrición suele complementarse con algún estimulador para la floración, y en algunos casos con vida microbiana o azúcares y carbohidratos. Productos como el Delta 9 de Cannabiogen, Guanodiff GD Booster, Sugar Royal de Plagron o  Inductor R de Bio Technology también ayudan a incrementar la producción de resina.

Falta de riego

Se ha demostrado un incremento sustancial en la producción de cannabinoides tan importantes como el THC o el CBD sometiendo a las plantas a condiciones de estrés hídrico controlado. Los investigadores han reportado un incremento en la producción de estos dos compuestos en su forma ácida del 12 y 13% respectivamente, lo que resulta significativo. Además, este estudio demostró también un aumento en el peso de las flores respecto a las plantas regadas normalmente. Sin embargo, con este método de sequía controlada durante el periodo de floración no parece probado que se incremente la producción de tricomas, sino la de alguna de las sustancias secretadas y almacenadas en ellos.

Temperatura y humedad

La temperatura y humedad dentro de la sala de cultivo son dos factores determinantes a la hora de potenciar la producción de tricomas glandulares en el cannabis. Unas temperaturas demasiado bajas no permitirán desarrollarse correctamente a la planta, mientras que si son demasiado altas la producción y calidad de la resina se verá seriamente mermada. De esta forma, y si lo que nos interesa es maximizar la cantidad de resina, debemos movernos en un rango de temperaturas entre 18ºC (nocturnas) y 25ºC con las luces encendidas, especialmente durante la floración (estos valores pueden rebajarse unos pocos grados durante las últimas 2-3 semanas).

Algo similar ocurre con la humedad. Valores demasiado bajos perjudican a la planta, mientras que si son demasiado altos repercuten negativamente y fomentan la aparición de hongos. Por ello se suele recomendar una humedad relativa entre alrededor del 50%. Sin embargo, y para fomentar la producción de tricomas, este valor puede rebajarse durante las últimas semanas de cultivo hasta el 30%. Para ello podéis usar o bien aparatos de aire acondicionado (que además reducen la temperatura) o bien deshumidificadores, aunque cuidado con estos últimos, pues producen aire caliente.

Esperamos que estos sencillos trucos os ayuden a tener unas plantas con mayor cantidad de tricomas, os podemos asegurar que funcionan especialmente cuando se combinan varios – lo ideal sería todos – de ellos.

Felices cultivos!

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