Lista de contenidos
- Causas de muerte durante el crecimiento de las plantas
- Exceso de riego en el cannabis
- Los hongos más dañinos para el cannabis
- Falta de agua o de riego
- Falta de luz en el cultivo
- Exceso de luz en el cultivo
- Exceso de abonos, sales o nutrientes
- Las plagas de insectos
- Las temperaturas extremas: frío y calor en el cultivo
- Conclusión
Causas de muerte durante el crecimiento de las plantas
El crecimiento de las plantas de marihuana puede ser uno de los períodos de cultivo más largos en un cultivo de exterior – o interior – donde en países como los del sur de Europa gozan de un largo período de primavera y verano. Durante el transcurso de esta fase de crecimiento se pueden presentar problemas que pueden derivar en la muerte de la planta incluso antes de empezar la etapa de floración.
Veamos cuáles son las causas de muerte más frecuentes durante el crecimiento de la planta y qué podemos hacer para evitarlas.
Exceso de riego en el cannabis
En primera posición, especialmente entre los cultivadores noveles, encontramos sin duda el exceso de riego en plantas, especialmente entre las plantas jóvenes en sus primeras semanas de vida (aunque también puede ocurrir con las que ya son más grandes).
El motivo principal es regar con demasiada agua y frecuencia. Las plantas pequeñas tienen una resistencia muy limitada, en parte debido a su tamaño. Una planta con dos cotiledones y tres pequeñas raíces no puede hacer frente a un riego con gran cantidad de agua, simplemente porque no la podrá absorber, no tiene suficiente capacidad de absorción en la zona radicular.
Al regar con exceso, la tierra se queda muy húmeda y las raíces no están suficientemente oxigenadas, con lo que se pueden pudrir facilitando la aparición de diferentes hongos que pueden acabar matando la planta en pocos días. Cabe decir que hay cepas que pueden aguantar mejor o peor el exceso de riego, por ejemplo ocurre con las genéticas afganas como la Northern Lights; debido a su herencia genética, son plantas que no aguantan muy bien una humedad continuada en maceta. Al contrario, las plantas de marihuana con ancestros tropicales suelen tener una mayor resistencia a las podredumbres radiculares, como puede ser el caso de la conocida Skunk.
Para saber si una planta tiene problemas de exceso de agua durante su cultivo hay que estar atentos en primer lugar a no encharcar el sustrato. Si esto ocurre, debemos dejarlo secar antes de volver a regar. Evitar sustratos que sean demasiado arcillosos también ayudará, recordad que las raíces también necesitan oxígeno!
Un largo periodo de humedad en maceta hace que las raíces no puedan transportar alimento a las zonas aéreas de la planta, con lo que ésta se alimenta de sus reservas de nutrientes y las pequeñas hojas se decoloran pasando de un verde bonito a un color amarillento.
Exceso de agua en una planta pequeña.
Así que si las hojas de la planta cambian a un color amarillo por exceso de riego suele precederle una podredumbre radicular, con la consecuente muerte de la planta. Otro síntoma de un posible exceso de riego es que la planta se marchite (hojas caídas) aún cuando el sustrato esté húmedo.
Los hongos más dañinos para el cannabis
El phitium, Fusarium o Phytophthora son los 3 hongos más dañinos para la planta de cannabis, ya que pueden acabar con su vida en poco tiempo y sin casi posibilidad de tratamiento. La prevención es siempre el mejor método para combatir estos hongos.
Estos hongos entran en contacto con las plantas a partir de las raíces, generalmente por una podredumbre de la raíz o de cualquier elemento orgánico en descomposición como pueden ser las hojas de la misma planta, cuando estas caen y quedan reposando sobre el sustrato. Así, hay que evitar que las hojas queden encima del sustrato para que no se pudran y con ello fomenten una posible infección por hongos.
Otro modo de proteger las raíces frente ataques de hongos es mediante el uso de micro vida, com el hongo trichoderma. Este tipo de vida microbiana protege las raíces a la vez que facilita la entrada del alimento a la planta de un modo más rápido y efectivo que en un sustrato sin vida.
Este hongo benéfico coloniza las raíces y no deja hueco para que los hongos dañinos se aposenten sobre ellas y en caso de hacerlo, la trichoderma se encarga de eliminarlos. Este tipo de microvida puede usarse desde la germinación al final del cultivo, aunque lo ideal es usarla desde un principio y no dejar que muera o seguir añadiéndola en cada trasplante. Usar azúcares y carbohidratos ayuda a la microvida a mantenerse activa y vital durante todo el cultivo.
Falta de agua o de riego
La falta de agua o estres hídrico es también uno de los motivos principales que afectan directamente a las plantas y que puede provocar su muerte prematura. Las plantas requieren de agua para su supervivencia, de modo que si se quedan sin ella durante unos pocos días/horas (según el sistema de cultivo) pueden morir con suma facilidad.
Aunque la planta no muera, si se da un periodo corto o largo de sequía parte del sistema radicular se verá afectado. Una parte de las raíces se muere, generalmente junto con una parte de las hojas de la planta lo que remite negativamente en su desarrollo, haciendo que ésta quede más debilitada y sin tanta capacidad para aceptar los nutrientes, algo que sólo puede traducirse en una menor cosecha.
Si este periodo de sequía se repite o es demasiado prolongado, puede que la planta ya no sobreviva como lo pudo hacer la última vez dado que su sistema radicular es mucho menor que al principio. Recordad que se pueden usar productos para estimular el crecimiento de la raíz, con los que la planta desarrolla más raíces y por lo tanto se alimenta de manera más eficiente y soporta mejor la sequía.
Falta de luz en el cultivo
Aunque no es muy común que ocurra en cultivos de exterior, donde por suerte el sol está siempre presente, en el cultivo interior la falta de luz podría darse por diversos motivos: si se va la luz, falla algún temporizador, se estropea el balastro o tenemos algún otro problema relacionado con la electricidad o nuestra instalación.
En este caso, las plantas pueden aguantar unos pocos días sin luz, aunque también se debilitan mucho y se facilita la posible pudrición de las raíces y hojas si hay una elevada humedad. En un inicio, las hojas superiores adquieren un color amarillento debido a una falta de clorofila, pues la planta no puede realizar la fotosíntesis como es debido.
Exceso de luz en el cultivo
Una luz demasiada potente o cerca de la planta puede llegar a deshidratar sus hojas, curvando sus bordes hacia arriba (lo que indica una falta de transpiración). En caso de que los estomas – que son unos pequeños orificios situados en las hojas por donde las plantas respiran – se cierren, las plantas no podrán respirar bien, y si a esto sumamos una humedad ambiental muy baja, éstas se pueden deshidratar rápidamente y acabar muriendo. Así pues, es importante escoger muy bien el tipo de iluminación a usar en un cultivo de cannabis.
Exceso de abonos, sales o nutrientes
Las plantas requieren de alimento para poder crecer, pero un exceso de abono podría llegar a matar las plantas si no se pone remedio.
Usando abonos orgánicos es más difícil sobrefertilizar las plantas, aunque es perfectamente posible y deben respetarse las dosis del fabricante (lo ideal es medir la EC). En el caso de usar abonos minerales para cannabis sí que se debe tener en cuenta este posible problema pues cualquier error o descuido al dosificar puede traernos problemas.
Para saber si el sustrato tiene muchas sales hay que controlar el agua de drenaje. Si el drenaje sale con una EC parecida a la de entrada (la usada para el riego) entonces todo está correcto. Si de lo contrario el agua de drenaje es muy superior a la de entrada, se debe realizar un lavado de raíz para rebajar el nivel de sales del sustrato. Usar enzimas en cada riego ayuda a mantener un sustrato limpio de sales.
Las plagas de insectos
Pueden ser muchas y muy variadas, y cabe decir que si bien no todas son mortales al 100% para la planta, muchas de ellas sí lo pueden llegar a ser en caso de que no se trate dicha plaga como es debido. Es posible que la plaga no llegue a matar la planta, pero un ataque por insectos es siempre sinónimo de plantas débiles y poca producción.
Una de las plagas de insectos más temidas son la oruga del tallo, la cual entra por el tallo central y ésta va comiendo la parte interna hasta dejarla hueca. El paso de la sabia queda obstruido, no fluye como debería y la planta se acaba secando y muriendo en pocos días. Es difícil de ver a simple vista y para detectarlo hay que buscar agujeros en el tallo, generalmente debajo de los nudos de las partes no leñosas las cuales tienen un tejido vegetal más tierno y comestible por la oruga.
La Araña roja es también una de las plagas más comunes y devastadoras si no se tratan cuando es debido. Además, su descendencia puede quedarse en estado latente durante largo tiempo, y en el momento en que se dan unas condiciones óptimas para su aparición, los huevos eclosionan y aparecen en el cultivo.
Caracoles y babosas pueden ser muy dañinos cuando las plantas son muy pequeñas y no tienen mucha cantidad de hojas. Si la planta sólo tiene 4 hojas y se las comen estos pequeños devoradores, no podrá respirar ni captar energía solar, lo que puede comprometer seriamente su desarrollo.
[/col_inner_3] [/row_inner_3]La mosca negra del sustrato, los nematodos o cualquier insecto que viva de las raíces puede hacer que la planta pierda su vigorosidad durante el periodo de crecimiento, por lo que la floración puede verse seriamente afectada.
Las temperaturas extremas: frío y calor en el cultivo
Las temperaturas extremas – tanto el frío como el calor – pueden ser letales para las plantas. En invierno, el frío se puede controlar en interior usando radiadores, e incluso en exterior mediante el uso de invernaderos.
Hay que tener en cuenta que si la temperatura baja de los 12ºC las plantas pueden morir. De los 12 a los 16ºC las plantas se quedan paradas en estado de latencia, sin crecer, como si estuvieran hibernando, pero básicamente lo que hacen es ralentizar al máximo su metabolismo para seguir sobreviviendo al clima esperando a que éste mejore.
[/col_inner_3] [/row_inner_3]Una temperatura inferior a los 12ºC puede matar a la planta en caso de darse una exposición prolongada y si no se le pone remedio. También puede darse la muerte por congelación en caso de que las temperaturas ronden los 0ºC.
Al contrario, el calor extremo es otro de los factores que puede hacer que la planta muera. Si bien es menos dañino que el frío, también acaba afectando en gran medida al desarrollo de la planta en todas sus etapas de vida, dificultando su respiración, alimentación y desarrollo celular.
Con altas temperaturas las raíces se pueden cocer, es por este motivo que en exterior se recomienda usar macetas blancas en vez de negras, y a ser posible cubrirlas del impacto directo del sol usando material aislante.
La deshidratación es más frecuente con altas temperaturas, ya que la humedad de la maceta se evapora más rápidamente, las raíces pueden secarse, los estomas cerrarse y a la planta le cuesta mucho respirar y no se desarrollará con vitalidad.
Para luchar contra las temperaturas extremas en un cultivo de interior se pueden usar aires acondicionados o radiadores. En caso de tratarse de un cultivo de exterior, se pueden usar invernaderos contra el frío y mallas de sombreado contra el calor asfixiante del verano.
Conclusión
Estas son las causas más comunes que suelen provocar la muerte de las plantas jóvenes de cannabis. Recordamos que en según qué casos ésto puede suceder en poco tiempo y que si no ponemos remedio, la planta acabará muerta con total seguridad.
Cabe destacar que, aún siendo éstas las causas más comunes, pueden darse con mayor o menor facilidad según las condiciones de cultivo que deban soportar las plantas. Por supuesto, si se usa un sustrato que no es adecuado para el cultivo de cannabis (como por ejemplo la arcilla de campo), los problemas con las raíces pueden estar más presentes que en caso de usar un sustrato adecuado para cannabis.
Una falta de ventilación en el cultivo de cannabis puede facilitar la aparición de hongos a causa del aire viciado y con un exceso de calor en el ambiente, así como por una menor evaporación de la humedad del sustrato. A su vez, se abre la puerta a las posibles apariciones de insectos como la mosca blanca o la mosca del sustrato, además de propiciar la aparición de otras infecciones fúngicas como botritis, pithium o fusarium.
En muchos casos donde aparecen problemas en el cultivo, como los comentados en este artículo, suele ser debido a una mala gestión del ambiente, por no haber seleccionado el sustrato adecuado o abonar sin tener en cuenta las necesidades de las plantas. De un error en el cultivo de cannabis pueden surgir otros que aún sean más devastadores, es por este motivo que es muy importante que todos los aspectos del cultivo estén bien controlados antes de empezar con la aventura, ya que en muchas ocasiones uno se puede llevar una sopresa con la muerte prematura de sus plantas.
Felices cultivos!