Lista de contenidos
- Cultivo de la marihuana Karibeña de Kannabia.
- Germinación y crecimiento de Karibeña
- Inicio de la floración de Karibeña de Kannabia
Cultivo de la marihuana Karibeña de Kannabia.
A continuación os presentamos un cultivo de cannabis realizado por parte del banco de semillas Kannabia, el cual nos muestra uno de sus métodos de cultivo, con la variedad Karibeña junto a los aspectos de cultivo a tener en cuenta durante su desarrollo así como los abonos y aditivos utilizados.
Nutrientes:
- Bioheaven (BioBizz)
- Ripen (General Hydroponics)
- Magnesio Calcio (Canna)
- Calcio mono (Canna)
Aditivos:
- Super Vit (Hesi).
- Rootstimulator.
- Aktrivator (TrichodermasCanna).
- Algas (Biobizz).
- Florakleen (General Hydroponics).
- PK Boost (GrowthTechnology).
Iluminación:
- Fluorescente t5- 8x 54w, fase de crecimiento.
- HPS (Mixta) 600W + Reflector Adjust-a-Wings Enforcer.
Sustrato:
- Coco u grow (70%)
- Tierra Grow Mix Plagron (20%)
- Arlita (5%)
- Bio supermix (abono de liberación lenta) (5%).
Macetas utilizadas en el cultivo:
- 1.65 litros
- 11 litros
Otros elementos utilizados durante el cultivo: humidificador de 8L para el crecimiento y un deshumidificador para la fase de floración.
Germinación y crecimiento de Karibeña
Se sacaron las semillas de su embalaje original, 20 semillas de la variedad Karibeña de Kannabia, y se pusieron a germinar en un vaso con agua y agua oxigenada a razón de 1ml/l. Germinar con agua oxigenada sirve para evitar que la semilla se pudra por estar largo tiempo en contacto permanente con el agua, oxigenando la solución acuosa. A parte, con el uso del agua oxigenada, conseguiremos evitar que cualquier patógeno, hongo o bacteria, afecte a la germinación de las semillas de marihuana, consiguiendo de este modo un mejor ratio de germinación en todas las semillas de cannabis.
Tras 24 horas la mayoría ya han germinado, pero esperaremos a que todas ellas se abran. Al día siguiente, pasadas 38 horas todas han germinado con unas ganas increíbles. En este momento se preparan los jiffys y se empiezan a sembrar, una a una, con delicadeza para evitar que se rompa la radícula.
Los compañeros de Kannabia, una vez sembradas, ponen las plántulas debajo de unos fluorescentes a 18 horas luz ¡y comienza el juego! Durante estos primeros días solo se pulverizan con agua cuidando la humedad de los jiffis mediante una jeringuilla, evitando que se sequen. En este estadio de vida las plantas requieren mucha humedad ambiental para que puedan crecer sin problemas. Si no se controla la humedad, y ésta es muy baja, los estomas de las hojas de las plántulas se cierran y las plantas no pueden respirar bien con lo que irán secándose poco a poco y en consecuencia, morirán. Una buena opción, en caso de no disponer de un humidificador, es rociar las plantas con un pulverizador varias veces al día, para hidratar bien las hojas, con tal de mantener una humedad adecuada en la primera etapa de vida de la planta.
Pasados 7 días, se prepara el sustrato y se realiza la primera selección. Una vez seleccionadas, se trasplantan añadiendo un estimulador de raíces en cada tiesto, para así asegurar el arraigo y un buen pan de raíces, que es primordial para una correcta alimentación y desarrollo de la planta.
De los 20 ejemplares con los que se empezó, se selecionaron 11, una tarea difícil de realizar ya que todas las plantas darían un resultado satisfactorio. Se empieza con 20 semillas para poder ver que todas responden adecuadamente al proceso de germinación y no presentan ningún tipo de deformidad visible. El cultivador prefiere cultivar no más de 7 plantas por m2 de modo que la selección seguirá hasta llegado este número de plantas.
Tras unos días después de realizar el trasplante se puede ver como las plantas se han adaptado rápido a la nueva maceta y éstas empiezan a crecer, mostrando su vigorosidad y potencial de cultivo.
Pasados unos días y viendo que se adaptan bien al trasplante, se realiza otra selección de otros 7 ejemplares, siendo ésta la última de las selecciones a realizar durante el cultivo.
Según Kannabia, durante el periodo de selección se tendrá en cuenta el aroma que evocan durante el crecimiento, su vigor y estructura. La selección se vuelve complicada al ver que por el momento todas las plantas son muy homogéneas con una vigorosidad muy marcada, y unos olores muy parecidos entre ellas.
Una vez seleccionados los ejemplares con un tamaño de 37-45 cm, se realiza un último trasplante a macetas de 11 litros.
Durante el trasplante se pueden ver que los cepellones están preciosos, blancos y frescos (gracias en parte por el trichoderma). La excelente salud de las raíces es un perfecto indicador del cuidado que han recibido las plantas de cannabis desde su germinación.
Una vez trasplantadas, se vuelven a colocar bajo fluorescentes con un fotoperiodo de 18/6h durante un par de días. De este modo se evita un posible estrés, provocado por un exceso de luz al poner el HPS demasiado pronto. El estrés puede darse por del calor del HPS y el cambio de intensidad lumínica.
Pasados un par de días y viendo que las plantas están asentadas en su maceta definitiva, se realiza el cambio de iluminación. Se cambian los fluorescentes, usados hasta la fecha, por un foco de 600w HPS con un fotoperiodo de 12/12h.
Abonos y aditivos usados durante el crecimiento
En la fase de crecimiento los cultivadores de kannabia utilizaron los abonos: Bioheaven (Biobizz), Magnesio y calcio Mono junto con los abonos en tierra de lenta liberación, Bio Supermix de Plagron.
También se realizaron algunos riegos con estimulador de raíces (algas). El trichoderma se les aplicaba mediante riego, cada 15 días, asegurando que siguiera en el sustrato. Los rangos de Ph variaron de 6,2 a 7. La EC varió entre 0.42 (inicial del grifo) a 1,6 subiéndola poco a poco semana a semana según necesidad de la planta.
Inicio de la floración de Karibeña de Kannabia
En este periodo de floración Kannabia ha utilizado los siguientes productos de cultivo destacando que los rangos de Ph variaron de 6,2 a 7 y la EC fue variando de 0,42 a 2,0.
- Bioheaven
- Ripen
- Supervit
- Magnesio y calcio Mono.
Las plantas siguen en pleno desarrollo, creciendo tras el paso a floración doblando su tamaño, notándose el inicio de floración a los 14 días. Llegados a este punto el cultivador de kannabia realiza un cambio de abonado, reduciendo el aporte de nitrógeno para que vaya perdiendo este nutriente conseguiendo un sabor y aroma muy limpios libres de interferencias.
En la fase de floración hay que procurar a las plantas todo el abono que necesiten junto con vitaminas, oligoelementos y micro-nutrientes, ya que son los más difíciles de absorber por parte de la planta. A los 26 días de floración las plantas desarrollan los cogollos a un ritmo espectacular, empezando a producir resina y a desprender unos olores más potentes.
Todo marcha según lo previsto y a 2 semanas de la cosecha se realiza un par de riegos con Florakleen. A esta altura del cultivo ya han empezado a amarillear las hojas más grandes, pero a pesar del amarillamiento los cogollos han crecido espectacularmente.
La reducción progresiva del nitrógeno durante la floración hace que las plantas vayan perdiendo poco a poco este nutriente. Este proceso de pérdida del nitrógeno hace que los sabores y olores sean más limpios y tengan un sabor mucho más suave al ser consumida.
Según el banco de semillas kannabia la cosecha se realizó entre los 65 y los 68 días. Las plantas cosechadas en 68 días mostraban unos aromas más maduros y espesos, apenas diferenciándose de los ejemplares más tempranos, ya que poseían unos aromas y sabores dulces y tropicales.
Así pues podemos decir de Karibeña que es una planta muy adecuada para aquellos cultivadores, de interior o exterior, que busquen una genética índica/sativa con destellos creativos de sativa y con un sabor tropical.