Máxima producción de marihuana en el cultivo interior

Son muchos los clientes que nos piden cómo poder maximizar la producción en un cultivo de interior para hacer que este sea más rentable ya que el precio de la luz no para de aumentar, y queremos optimizar la producción para tener siempre la despensa llena.

Hay muchos factores a tener en cuenta que trataremos detalladamente para explicar lo mejor posible cómo hacer de un cultivo normal, un cultivo muy productivo.

El primer paso que debemos hacer es pensar en el planteamiento del cultivo que se va a realizar. En este planteamiento entra el espacio cultivable, el número de plantas, las técnicas de cultivo a aplicar, la potencia lumínica a usar, la genética o genéticas de marihuana que vamos a usar para el cultivo, esquejes o semillas? Y un largo etcétera más, pero antes de ponerse a cultivar también se deberían tener claro los errores a evitar en un cultivo de cannabis.

Espacio cultivable y potencia de luz a usar

Cuando hablamos de un cultivo productivo nos referimos generalmente a obtener la ratio de 1 gramo 1 vatio o sea 1gr = 1w, es decir, si usamos un foco de 600w obtener una producción de 600 gr.

El primer paso es controlar el espacio cultivable y la potencia de luz a usar. En este caso debemos tener claro que hay que aprovechar al máximo la potencia de luz y el espacio cultivable.

Si disponemos de un foco de 600w lo ideal es un recinto de cultivo de 1.20m2 o incluso 1.40m2, pues estos escasos 20cm de más por lado harán que quepan unos cogollos más con lo que siempre será más sencillo conseguir la ratio 1g/1w.

Si disponemos de 400w deberemos tener un recinto de cultivo de 1m2 o 1.20×1.20m y si disponemos de 250w, el espacio cultivable óptimo sería de 60×60 a 80x80cm, mejor siempre 80cm que no 60cm.

En caso de no tener un equipo de iluminación, es interesante tener en cuenta los balastros con regulador de potencia que aparte de poder rebajar la potencia a conveniencia, también incorporan el súper lumen que ofrece un poco de potencia extra en el cultivo y que se puede usar en las semanas en que la planta está encarada hacia la expansión floral.

¿Porqué usar un balastro electrónico?

Como podemos ver en la gráfica comparativa entre los dos tipos de balastros, el magnético Vs el electrónico, vemos que durante toda la fase de crecimiento hay un gasto energético que uno puede ahorrarse en la factura de la luz sin ver cambios significativos en el crecimiento de las plantas de cannabis. Hay que tener en cuenta que las necesidades de las plantas cuando son pequeñas no son las mismas que cuando las plantas son más grandes. En este sentido podemos decir que el crecimiento inicial de las plantas de marihuana se puede suplir con la luz de un 400w.

También deberemos tener en cuenta el reflector en el cultivo de marihuana, pues si bien todos van bien, hay algunos que relfejan mejor la luz, aprovechando al máximo los lúmens de la bombilla y haciendo que el cultivo sea más equitativo. El desarrollo y producción de las plantas es muy parecido, repartiendo el mismo peso en todas las plantas y evitando crecimientos descompensados en los rincones del cultivo.

Recordamos que es muy interesante realizar una rotación de las plantas durante todo el cultivo, sobre todo en crecimiento, para asegurar que todas las plantas se desarrollan por igual. Hay que tener en cuenta que las plantas que están justo debajo del foco recibirán la luz de un modo más directo, creciendo más que el resto. Estas las iremos intercambiando con las que se vean más pequeñas para que acaben con un tamaño y estructura parecidos.

Si queréis sacar el máximo rendimiento a vuestro cultivo, no dudéis en probar los kits de iluminación LEC CMH, no os vais a arrepentir! Equipos CMH LEC como el Nanolux 315w CMH LEC, el Kit de iluminación LEC SunBurst CMH 315W o el Lumatek CMH Aurora 315w LEC están demostrando producciones bastante superiores a las de las bombillas HPS.

La extracción y renovación de aire

Antes de ponernos a escoger o seleccionar las genéticas a usar en el cultivo uno debe estar seguro de que las temperaturas y la renovación de aire, así como las humedades relativas estén controladas desde un inicio. Cuantos menos errores hay en el cultivo de cannabis, mejores resultados se obtienen.

En este caso se debe se preparar bien el sistema de intracción y extracción de aire para que la temperatura siempre esté dentro de un rango óptimo, pero también lo debe estar la humedad.

Lo mejor es usar algún que otro controlador de temperatura que nos ayude a automatizar la entrada y salida de aire según temperatura de consigna asignada. Es decir, si la temperatura óptima de cultivo es de 20 a 28º entonces debemos cerciorarnos de que siempre esté dentro de este rango óptimo, evitando así que las plantas se estresen. Hay que evitar todo tipo de estrés en las plantas.

Humedad en el cultivo de cannabis

Las humedades en el cultivo de cannabis son un apartado importante para la máxima producción ya que ésta debe de ser graduable según fase de cultivo. Pues no es lo mismo una planta con una semana de vida que una planta en plena floración, pues tendrán necesidades vitales diferentes. En este caso recomendamos tener un humidificador y un controlador de humedad para poder graduar bien las necesidades de las plantas durante todo el cultivo.

La distancia del foco a las plantas

Este es otro punto importante para obtener la máxima producción de cogollos en interior. Como bien hemos comentado cada potencia de luz tiene su óptimo espacio cultivable. Pero ¿Qué ocurre con la altura del foco a las plantas?

Los focos de 600w aportan a una altura adecuada unos 92.000-88.000 lux por cada cm2, según tipo de bombilla a usar. Esta es la medida que tomaremos como referencia para saber si estamos dentro de la optimización de la luz usada. Es complicado saber, sin un luxómetro, si el foco está a la altura que toca o no. Hay un sistema rudimentario pero que funciona bien que es poner la mano justo encima de las últimas hojas de las plantas. Si podemos mantener la mano durante un rato sin quemarnos o sin notar excesiva calor, vamos bien. De lo contrario, si al poner la mano debajo del foco notamos que quema, deberemos subirlo ya que las plantas también lo notarán y se estresarán.

Está claro que si podemos usar un luxómetro, todo es mucho más sencillo de gestionar dado que podemos obtener lecturas al momento y modificar su altura sin ir a ciegas, optimizando al máximo su uso.

Las distancias que suelen recomendarse para el cultivo en interior según potencia de foco son las siguientes:

• Foco de 600w altura de 50 a 60cm – 92.000 lux (máximo)
• Foco de 400w altura de 40cm – 62.000 lux máx (máximo)
• Foco de 250w altura de 25cm – 32.000 lux máx (máximo)

Se puede rebajar un poco más la altura del foco siempre y cuando la temperatura de las canopias, puntas de las plantas, esté por debajo de la comentada como óptima. Si es superior, entonces subiremos un poco el foco hasta que la temperatura esté dentro del rango óptimo. Es importante mantener una distancia adecuada ya que la luz es uno de los factores que hará que los cogollos tengan más peso y que la penetración lumínica sea mayor consiguiendo que las partes bajas de las plantas también compacten como la punta lo que hace aumentar el peso considerablemente.

Tipos de luces a usar en un cultivo productivo: HM (halogenuros metálicos) y HPS (alta presión sodio)

La iluminación en el cultivo de cannabis puede variar dado que en el mercado existen luces de bajo consumo, plasma, leds, HID, pero en este post lo centramos en la iluminación más conocida y común que todo cultivador tiene en su armario de cultivo.

Diferenciamos entre luces HM y HPS. Las luces HM son un tipo de luz que tiene un espectro más azulado, el cual emula la luz de la primavera en exterior que es la época en que se germinan las semillas y se inicia su crecimiento.

Estas luces HM o halogenuros metálicos desprenden menos calor que las HPS de modo que se pueden acercar más a las plantas sin que estas noten un calor excesivo como si pasa con las luces HPS. Las HM las usaremos hasta bien entrada la 2º semana de floración, hasta que aparezcan las primeras flores de las plantas. Nos ayudarán a dar una mejor estructura al esqueleto vegetal de la planta con unas distancias internodales más cortas en comparación con el uso de luces mixtas o HPS para el crecimiento.

Al otro lado del ring tenemos las luces HPS o alta presión de sodio. Estas luces tienen un color más rojizo y emulan el sol de finales de verano u otoño, época en que se da la floración y cosecha de las plantas de cannabis en exterior.

Según marca de bombilla, tienen un color llamado rojo lejano, muy importante para sacar el máximo partido a las plantas. Las mejores bombillas son las Philiphs, las cuales tienen todas una pequeña cantidad de rojo lejano que les va muy bien a las plantas. También cabe decir que este color rojo lejano se da por un metal dentro del gas que usan las bombillas para funcionar.

Destacamos que este gas se gasta a partir del 3 o 4 cultivo, y es por este motivo que se recomienda cambiar bombillas cada año para ir sobre seguro.

Las luces HPS al desprender más irradiación calorífica, no se pueden acercar tanto a las plantas. Para solucionar este pequeño impedimento se puede, sin problema, poner un pequeño ventilador de pinza, enganchado al reflector de la bombilla, para que haga de disipador de la temperatura, reduciendo el impacto directo del calor a las plantas y así poder rebajar la altura del foco.

Elementos de control o medición necesarios para el control del ambiente de cultivo

• Humidificador
• Relojes temporizadores
• Controlador temperatura + Humedad

Abonos para el cultivo de cannabis, máxima producción:

Este es uno de los apartados que deben tenerse en cuenta a la hora de cultivar. Muchos cultivadores preguntan pero para qué tantos productos a aportar a las plantas? La respuesta sería para poder hacer de una planta normal, una súper planta. Un ejemplo sería ¿Por que los deportistas de élite siguen una dieta específica así como un entrenamiento específico? Pues el mismo objetivo les persigue, el de ganar más velocidad en el caso de un corredor o ganar más peso en el caso de las plantas.

Hay que entender que los abonos son muy necesarios en el cultivo, pues es el alimento de las plantas, así como las personas que comen poco están delgadas lo mismo ocurre con las plantas, a menos alimento menos cantidad de flores. ¿Pero cuándo es el mejor momento de aumentar las dosis de nutrientes o cuándo aplicar los suplementos? ¿O qué suplementos usar para mejorar su producción?

Básicamente existen 2 tipos de abonos para la marihuana, los abonos orgánicos y los minerales, luego también encontramos organominerales que serían una mezcla de los dos anteriores. Con los abonos minerales la absorción de los nutrientes por parte de las plantas es directa, el intercambio iónico entre raíz y nutriente es instántaneo, pero no ocurre lo mismo con los abonos orgánicos, los cuales antes deben descomponerse, ayudados de la micro vida, para poder ser absorbidos por las raíces de las plantas.

En este caso nos centramos en los abonos orgánicos, dado que son los que mejor calidad nos aportarán a las flores, dejando siempre un mejor sabor que usando abono mineral, en caso de dejar las plantas bien limpias al final del cultivo. Pero hay que comentar que se pueden usar los abonos minerales sin problemas para cosechar excelentes calidades y producciones.

Explicamos lo que más adelante, en otros posts, usaremos como palabras “técnicas” para mostrar que productos usar durante el cultivo:

• Abono base de crecimiento/floración: Es el nombre que recibe el abono que usaremos en crecimiento o en floración, el cual sin otras aportaciones extra la planta puede sobrevivir sin problemas. Suelen tener un NPK equilibrado que va bien para todas las fases de la vida de la planta. Estos abonos pueden ser en formato A+B, mezclándolos en las mismas proporciones durante todo el cultivo. También hay los abonos mono botella los cuales se diferencian entre los de crecimiento y los de floración, pero todos serían considerados abonos base.
• Estimuladores de raíces: Son el nombre que reciben los productos que pueden o no ser abonos o contener parte de ellos, pero que con su uso se estimula una parte en concreto de la planta, en este caso las raíces. Hacen que estas crezcan más y tengan más capilares por los que la planta se alimentará diariamente, así que a más raíz más capacidad de absorción de nutrientes y como consiguiente más producción podrá tener la planta.
• Estimulador de crecimiento: Es el nombre que reciben los productos que, siendo en parte abonos o no, estimulan el crecimiento de las células de la planta. Estos suelen tener unas altas concentraciones de N, frente al P y el K, aunque siempre se debe mantener el equilibrio entre los diferentes macro nutrientes. Con ellos las plantas crecen más por contener más alimento que poder gastar. No siempre son necesarios a veces con solo aumentar las dosis del abono base puede ser suficiente, pero siempre son una opción a tener en cuenta.
• Estimulador de Floración: Es el nombre que reciben los productos que no son abonos pero que ayudan a la planta en la asimilación de nutrientes durante la fase de floración. Entran en este grupo, al igual que en el de crecimiento, los aminoácidos, auxinas y hormonas en general, entre otros más.
• Potenciadores: Crecimiento y floración, son abonos que contienen altas concentraciones de los nutrientes más usados por parte de la planta, para o crecer más rápido o para florecer con más fuerza y potencia. Se usan sobre todo durante la floración.
• Otros: Micro vida, Micronutrientes, aminoácidos, hormonas, etc.

Técnica de cultivo a implementar para la máxima producción en interior

Hay muchas técnicas de cultivo que se pueden implementar en un cultivo de cannabis, pero ¿Cuál de ellas es mejor y más rápida para sacar la máxima producción por m2?

De todas las técnicas de cultivo que se conocen nos quedamos con el cultivo en SOG o See Of Green. Este tipo de cultivo se basa en poner el máximo de plantas por m2 evitando que las plantas ramifiquen en su parte baja para procurarles un crecimiento más vertical que horizontal.

En este caso hablaremos sobre la tierra como sustrato de cultivo ya que es el más usado por los cultivadores de interior aunque como ya hemos comentado hay otros muy competentes para sacar grandes producciones de cogollos.

Teniendo en cuenta el número de plantas a cultivar pondremos unas macetas de una capacidad o de otra. Un tamaño adecuado de maceta final es el de 3.25L estas suelen hacer unos 16cm2 en su parte superior de modo que caben fácilmente unas 25 para 1m2, usando 5 filas x 5 columnas, también se pueden usar menos plantas, pero recordemos que planteamos un cultivo rápido y productivo. Ahora sabiendo el número de macetas que caben dentro del armario sabemos cuántas plantas poner en el cultivo, 25 plantas o esquejes.

Cabe decir que no usaremos la maceta de 3.25l desde el principio del cultivo. Deberemos usar macetas más pequeñas en un inicio e ir realizando trasplantes cuando realmente sea necesario. La importancia de los trasplantes es alta verso al control de la altura y la forma que se le quiera dar a la planta.

En este caso se están buscando plantas que tengan un crecimiento vertical, con poca ramificación lateral para que cuando se pongan a florecer lo hagan en formato monocogollo u one bud.

Cuando se usan macetas pequeñas de menos de 1L, la planta al no tener mucho sustrato para crecer lo hace de un modo más vertical y sin ramificar la parte baja, pero a su vez también puede suceder que la planta se espigue cuando ya ha conquistado el sustrato de la maceta y esta ya se ha asentado bien. En este momento se debe realizar el trasplante de las pequeñas plantas a una maceta superior. Recomendamos mínimo dos trasplantes, aunque lo más adecuado serían 3 pero con dos también puede hacerse fácilmente, reduciendo gran parte de faena a realizar, pues 25 trasplantes acarrean unas horas de faena extra.

Trasplantes: mínimo 2 ideal 3

• Macetas para el trasplante: inicial 0.5L – intermedia 1.4L – final 3.25L
• Macetas mínimas para el trasplante: inicial de 0.5L o 1L – final de 3.25L

Esquejes o semillas para máxima producción

Este es uno de los puntos importantes a tener en cuenta cuando queremos maximizar la producción en interior. Se pueden obtener grandes cosechas con ambos, ya sean esquejes o semillas. Lo que realmente se debe tener en cuenta es la genética que se va a cultivar, pues cada cepa varía un poco su alimentación y necesidades vitales. Intentaremos pues usar solo una cepa en el cultivo, evitando realizar un cultivo multivariedad.

Tanto si cultivamos a partir de semillas como a partir de esquejes siempre intentaremos germinar o realizar más esquejes de la cuenta, con 5 de más será suficiente. Es muy fácil que alguna de las plantas tenga algún que otro retraso en su crecimiento, ya sea por cuestiones genéticas como por culpa del cultivador. De este modo, haciendo más esquejes, nos aseguramos que si alguno de ellos no enraíza bien o tiene algún problema, tengamos otros que puedan ocupar su lugar, dejando siempre los que son más fuertes y vigorosos.

Se puede maximizar el cultivo con cualquier cepa de marihuana, lo que ocurre es que con unas es más sencillo conseguir la ratio de 1g/1w y con otras cuesta un poco más. En el caso de las genéticas, buscaremos aquellas cepas que tengan las características que más nos guste, pero con una gran producción de cogollos, con las que es más sencillo conseguir la ratio 1:1.

Hay familias genéticas que pueden llegar a ser muy productivas. Generalmente suelen tratarse de cepas híbridas que previamente, sus ancestros fueron seleccionadas teniendo en cuenta esta característica, sin olvidar potencia y sabor. Estas familias son:

• Familia marihuana White Widow
• Familia marihuana Skunk
• Familia marihuana Blue

A parte de la cepa y su producción también se debe tener en cuenta el tiempo de floración, a estas las llamaremos plantas de rápida floración, que tienen las diferentes genéticas del mercado ya que unas permitirán hasta realizar cerca de 4 o 5 cultivos al año y cultivando otras tan solo se podrán hacer 3 o 4. Las plantas de cannabis de rápida floración de unos 50 días son ideales ya que en no más de 3 meses se pueden cosechar e incluso si se realiza un previo crecimiento, en otro emplazamiento de cultivo, se les puede realizar una floración continuada y hacer hasta 5 cultivos de 2 meses al año, aumentando ampliamente la producción de flores en un año.

¿Cuándo poner las plantas a floración?

¿Cuándo poner las plantas a floración? Es una pregunta muy frecuente que matizaremos a continuación. La planta de cannabis antes de poderse poner a floración debe tener un buen sistema radicular ya que de él depende la absorción de nutrientes y la capacidad de poder crecer y crear más cogollos.

¿Cómo podemos aumentar la masa radicular para que la asimilación de nutrientes sea optima?

Existen en el mercado diferentes productos como los estimuladores de raíz que ayudan a la planta a desarrollar las raíces. A parte de esta ayuda, deberemos regar correctamente las plantas de cannabis, haciendo que este sea corto y preciso, el cual haga que la maceta se seque en un par o tres de días, tras los cuales volveremos a regar.

Este periodo de humedad/sequedad hace que la las raíces estimulen su crecimiento, ya que la humedad aparece y desaparece. Cuando esta desaparece, las raíces tienen que ir en su búsqueda escarbando el sustrato y consiguendo una mayor expansión radicular que si se realizan riegos con más cantidad de agua.

Hay que intentar que las plantas estén a sanas en todos los sentidos antes de ponerlas a florecer. Si las plantas tienen carencias de nutrientes o bien están llenas de insectos u hongos podemos tener claro que la floración será un desastre. Hay que prevenir lo mejor posible el ataque de posibles hongos e insectos a las plantas de marihuana y mantener una alimentación equilibrada que haga que la planta esté sana.

Las podas para la máxima producción

En un cultivo en See Of Green, en el que queremos velocidad y producción, se busca concentrar en las puntas de las plantas la máxima producción de cogollos. Para conseguir este efecto hay que intentar dejar libre de brotes y hojas aquellas partes donde no le toque la luz. Al poner muchas plantas por m2, la penetración lumínica es menor que en un cultivo convencional. Los brotes de las partes bajas que no aportan cogollos de calidad hay que podarlos para que toda la energía de la planta en floración se concentre en las puntas que es donde la luz tiene más incidencia directa.

En esta grafica podemos ver como durante el crecimiento e inicio de floración se aporta una gran cantidad de nitrógeno, más que cualquier otro nutriente, que ayuda a la planta a crecer y a realizar el streching hasta la segunda semana de floración. A partir de la segunda semana de floración, entra en juego el fósforo que es el encargado de estimular la primera aparición de flores.

Una vez las plantas están entradas en floración, y a partir de la 2 semana de flora, las cepas suelen requerir de un punto más de calcio y magnesio. Siempre se aumentará la dosis teniendo en cuenta que hay que aplicar dos partes de calcio por  una de magnesio, sino empezarán a salir puntos blancos en las hojas lo que se traduce en una carencia. Y por último, cuando la planta ya ha creado la estructura inicial del cogollo ya se puede aportar el extra de potasio que ayudará a las plantas a crear unos cogollos grandes y compactos.

Ahora ya conocemos qué nutrientes y cuándo los requiere, entonces lo único que no sabemos es qué cantidad hay que aportar exactamente para sacar la máxima producción. Existen muchas tablas de cultivo de las plantas que podemos seguir, pero muchas de ellas no son del todo compatibles con este esquema de cultivo comentado. Lo mejor es realizar nuestro propia tabla de cultivo para ir sobre seguro, modificándolas según genética a cultivar ya que no todas las ellas tienen las mismas necesidades nutricionales.