Lista de contenidos
- Cómo germinar de semillas de cannabis
- Bases para germinar semillas de marihuana
- Sustratos y medios para germinar semillas de cannabis
- Cómo germinar semillas de marihuana paso a paso
- Conclusiones sobre la germinación de semillas
Desde Alchimia Grow Shop intentamos mantener un catálogo de semillas extenso y completo, manteniendo siempre los stocks con la máxima frescura para conseguir así los mejores porcentajes de germinación.
Para ello renovamos nuestro stock y no dejamos que ningún paquete de semillas se quede en nuestros frigoríficos más de seis meses, lo que nos permite asegurarte que nuestros paquetes de semillas nunca llegan al medio año de almacenaje. Por supuesto, dentro de los frigoríficos hay una atmósfera controlada (baja temperatura y humedad ambiental). Aun así, de vez en cuando, pueden aparecer problemas de germinación, a veces causados por problemas como una recolección de las semillas demasiado temprana, pero muchas otras a causa de errores cometidos durante el proceso de germninación. En este artículo os mostramos cómo germinar semillas de cannabis de 4 maneras distintas, viendo también la efectividad de cada uno de los 4 métodos.
Cómo germinar de semillas de cannabis
La germinación de las semillas es un proceso sencillo pero de crucial importancia para comenzar un cultivo de la mejor manera posible. Existen muchas maneras distintas de germinar semillas de marihuana, todas ellas correctas, aunque como veremos en este artículo algún sistema puede comportar más complicaciones que otros. Ya sean destinadas las plantas a cultivos de interior como de exterior, orgánicos o hidropónicos, deberemos seguir unos simples pasos que nos asegurarán en la medida de lo posible una correcta y rápida germinación de nuestras semillas.
En este artículo os vamos a enseñar diversas formas de germinar vuestras semillas, cada una con sus peculiaridades pero todas ellas efectivas. Además, y al utilizar distintos métodos de germinación, podréis determinar cual de ellos es el que mejor funcionará en vuestro espacio y sistema de cultivo, pues os indicaremos los puntos fuertes – y flojos – de cada uno de ellos.
Bases para germinar semillas de marihuana
En primer lugar, vamos a dar un breve repaso a las condiciones requeridas para una rápida y correcta germinación. Lógicamente, lo primero que vamos a tener que proporcionarles a nuestras semillas para estimular su germinación es humedad, es decir, agua. A no ser que el agua del grifo salga con una EC demasiado elevada (a partir de 1) podremos utilizar ésta sin problema. En caso contrario, una pequeña cantidad de agua destilada o de osmosis nos servirá. A menudo, muchos cultivadores añaden unas gotas de peróxido de hidrógeno (agua oxigenada) al agua que utilizarán para germinar; de esta forma, el agua tiene un mayor contenido en oxígeno, además de aprovecharse las propiedades anti-fúngicas del agua oxigenada y disminuir la posibilidad de aparición de hongos durante el proceso. El pH del agua debería rondar un valor cercano a 6, con una temperatura de unos 22ºC,y pueden añadirse también complejos o estimuladores radiculares, aunque no son necesarios en absoluto.
A continuación, debemos escoger un medio para la germinación; como veremos a continuación, podemos utilizar los populares jiffy (pastillas de turba o coco prensadas), cubos de lana de roca, servilletas de papel o tacos de propagación RootIt. Una vez sabemos qué agua y medio utilizar, deberemos tener en cuenta cual es el mejor ambiente para que nuestras semillas germinen. Lo ideal hasta que nazcan las plantas es mantenerlas en un lugar oscuro y húmedo (aunque bien aireado) y relativamente cálido, sobre 25ºC será perfecto. Por ellos muchos cultivadores utilizan pequeños invernaderos con el medio de propagación elegido dentro. En caso de utilizar papel de cocina, estas condiciones deberán mantenerse hasta que las semillas germinen, es decir, hasta que veamos cómo la semilla se abre y asoma la radícula, que más adelante se convertirá en la principal raíz de la planta. Una vez la radícula haya crecido cerca de un centímetro, podremos plantar la semilla y en pocos días (en ocasiones horas) veremos nacer a nuestra pequeña plántula. Por otro lado, y como veremos, podemos obviar el paso de germinar previamente la semilla en papel de cocina y plantarla directamente en un taco de propagación o semillero.
Veamos ahora cuales son las principales características de los medios de germinación más comúnmente utilizados.
Sustratos y medios para germinar semillas de cannabis
Estos son los medios de germinación que vamos a utilizar en este artículo. Acordaros que estos medios van a ser hidratados con el agua que hemos mencionado anteriormente:
- Jiffy de turba: Se trata de pastillas de turba deshidratadas y prensadas. Deben dejarse en remojo un rato hasta que se conviertan en una pequeña bolsita de tela llena de sustrato. En muchas ocasiones (como veremos aquí) se siembran las semillas sin previa germinación directamente en los jiffy, donde germinarán y brotarán, Una vez llegado este momento, se trasplanta a un tiesto para que empiece la fase de crecimiento. Podéis encontrar jiffys de diversos tamaños, así como de fibra de coco en vez de turba. Una de sus principales ventajas es que, al retener una buena cantidad de agua, no necesitan ser hidratados de nuevo durante el proceso de germinación.
- Lana de roca: Los cubos o tacos de lana de roca son el medio ideal de germinación en caso de querer cultivar las plantas en sistemas hidropónicos o aeropónicos, pues no ensuciarán el sistema con restos de turba o coco, como sucede cuando se utilizan jiffys. Las semillas germinan muy rápidamente en este medio, aunque normalmente debe vigilarse el nivel de humedad de la lana de roca, que se seca mucho más rápido que un jiffy bien hidratado. Así, cada día deberemos comprobar que la lana de roca este húmeda, hidratándola en caso necesario.
- Tacos de propagación RootIt: Se trata de esponjas para el enraizado totalmente biodegradables y orgánicas con una textura excepcional para el desarrollo de raíces, muy utilizadas también para el enraizar esquejes de cannabis. Retienen la cantidad ideal de agua y oxígeno, proporcionando unos resultados excelentes. Se utilizan de manera muy similar a los tacos de lana de roca.
- Papel de cocina: Muchas veces sustituido por el algodón, es una de los medios más utilizados para germinar semillas de cualquier planta. Se trata de poner el papel de cocina doblado en un recipiente (un plato, por ejemplo) y humedecerlo. Cuanto más papel se ponga, más humedad se retendrá y menos deberá hidratarse el papel durante el proceso. Una vez húmedo, se ponen las semillas encima y se cubren con una capa fina de papel (en muchas ocasiones se obvia este último paso), tras lo cual se cubre el plato con otro del mismo tamaño dejando siempre un espacio entre ellos para que las semillas «respiren». Al igual que con la lana de roca, estaremos atentos a que el medio – en este caso el papel – no se seque jamás durante el proceso.
- Otros: Por supuesto, puede también plantarse la semilla directamente en una maceta o en el suelo, en caso de jardines de exterior. Aún así, no os recomendamos esta opción, especialmente porque la semilla puede quedar enterrada a demasiada profundidad, sobre todo si se debe regar después de haberla plantado y antes de que haya nacido. Si esto sucede, el riesgo de que la planta no nazca jamás es elevado. Por ello es tan impotante regar el sustrato antes de introducir la semilla. En ocasiones, se ponen las semillas en agua durante 24 horas para estimular la germinación antes de plantar éstas en el medio elegido.
Observemos ahora cómo se comportan 24 semillas de Cheese de Green House Seeds con cada uno de estos medios.
Cómo germinar semillas de marihuana paso a paso
Empezaremos preparando todos los materiales necesarios y manteniendo siempre una correcta higiene del entorno de trabajo. Comprobaremos cada uno de los medios y sistemas mencionados con lotes de 6 semillas para cada uno. Hidratamos los jiffy, los cubos de lana de roca y los tacos RootIt con agua y Green House Feeding Enhancer, que nos asegurará un proceso libre de patógenos y una producción de raíces espectacular (como veréis, este producto tiñe el agua de un color muy oscuro, por lo que la lana de roca aparece casi negra).
- Germinar semillas en jiffy (sacos de turba): Hidratamos los jiffy dejándolos en agua durante 15 minutos. Una vez se hayan hinchado, los escurrimos un poco y hacemos un pequeño agujero de no más de 1cm de profundidad, donde metemos la semilla siempre con la corona de ésta mirando hacia arriba. Cubrimos el agujero sin apretar la turba y dejamos nuestros jiffy en un lugar cálido y aireado, aunque lejos de corrientes de aire (en ocasiones se meten dentro de pequeños invernaderos de plástico con los respiraderos abiertos). En pocos días, las pequeñas plántulas emergen del sustrato, momento en el que ya podemos transplantarlas a una maceta. Con este sistema, nuestras plantas tardaron un total de 3 días en nacer.
- Germinar semillas en lana de roca: Hidratamos los cubos de lana de roca igual que los jiffys, cosa que como veréis tarda mucho menos que con estos últimos. Los escurrimos ligeramente e insertamos la semilla de idéntica forma que en el caso anterior, con la corona hacia arriba. La lana de roca puede llegar a secarse en horas dependiendo de las condiciones ambientales, por lo que es posible que debamos hidratarla cada día. Los mini-invernaderos anteriormente citados son ideales para mantener un grado de humedad más bien alto, lo que hace que la lana tarde más en secarse (algunos incluso incluyen calefacción). Una vez la planta haya nacido podemos pasar a transplantarla al sustrato o sistema hidropónico escogido. Con este método, nuestras plantas tardaron un total de 3 días en nacer.
- Germinar semillas en tacos RootIt: Seguimos el mismo método exacto que con los taos de lana de roca. Con esta técnica, nuestras plantas tardaron un total de 4 días en nacer.
- Germinar semillas en papel de cocina: Cogemos un par de papeles de cocina y los doblamos un par de veces para conseguir un buen lecho para nuestras semillas. Metemos el papel en un plato hondo o similar y lo hidratamos. A continuación, depositamos las semillas sobre éste y las cubrimos con una capa de papel. Usamos otro plato como tapa pero dejamos una rendija abierta por donde pueda entrar aire fresco. Este método suele utilizarse en combinación con uno de los dos citados anteriormente; una vez veamos asomar la radícula del interior de la semilla, la insertamos en un jiffy, en un cubo de lana de roca o taco de propagación tal y como hemos explicado; en pocos días (tal vez horas) la plántula nacerá. Para este artículo hemos germinado 6 semillas con papel de cocina y las hemos dejado hasta que prácticamente se han desprendido de la cáscara de la semilla, momento en el que ya deberíamos plantarlas.
Conclusiones sobre la germinación de semillas
Resumimos a continuación los resultados de nuestro banco de pruebas dedicado en esta ocasión a la germinación de semillas. Contamos el número de días desde que la semilla se puso a germinar hasta que la plántula mostró signos de haber germinado y estar emergiendo del sustrato. Como habéis visto, la diferencia ha sido prácticamente nula, siendo los 4 métodos altamente efectivos también gracias a la frescura de las semillas. Aquí podéis ver lo que tardaron las semillas en germinar en cada medio, y cuántas de ellas crecieron sin problema:
- Jiffy: 3 días, 6 de 6 semillas germinadas
- Lana de roca: 3 días, 5 de 6 semillas germinadas
- Tacos RootIt: 4 días, 6 de 6 semillas germinadas
- Papel de cocina: 3 días, 6 de 6 semillas germinadas
- Total: 23/24 semillas germinadas, 96% de germinación
Sea el método que sea el que acabéis utilizando, recordad siempre que es muy importante no enterrar la semilla a demasiada profundidad, al igual que no saturar en exceso el medio con agua. No es necesario que el agua que vamos a usar para la este proceso esté fertilizada, pues los cotiledones de las plántulas tienen suficiente alimento almacenado para que ésta pueda pasar los primeros días sin carencias de nutrientes. En caso de usar sistemas hidropónicos la plántula recién germinada puede meterse en el sistema una vez haya nacido. Como se ha comprobado, normalmente no importa demasiado el medio de germinación, mientras que gran parte del éxito reside en unas semillas frescas y correctamente almacenadas.
Puede suceder en ocasiones que a la plántula le cueste separar los cotiledones, o bien quedándose la cáscara de la semilla pegada a éstos o bien sólo la fina membrana (cutícula) que los envuelve. En este caso, procedemos con las manos bien limpias (o guantes) a retirar con sumo cuidado la cutícula, separándola de los cotiledones y dejando que éstos se abran. Al transplantar el taco de propagación con la plántula ya nacida a una maceta o al suelo, es recomendable enterrar la mayor parte posible del tallo, de donde nacerán nuevas raíces.
Esperamos que este artículo os haya sido útil y os sirva para escoger el sistema que más se adapte a vuestras necesidades.
Saludos!