Lista de contenidos
- ¿Un solo cultivo exterior de cannabis al año?
- Cultivo de cannabis en primavera
- Cultivo de marihuana en otoño
- Resumen y conclusiones del cultivo de cannabis fuera de temporada
¿Un solo cultivo exterior de cannabis al año?
Normalmente, en exterior sólo aprovechamos la mejor época del año para cultivar, es decir, el final de la primavera y el verano. Aún así, en nuestro país es posible realizar cultivos de marihuana en exterior tanto en primavera como en otoño; para ello, sólo necesitamos un pequeño invernadero para estabilizar la temperatura de las plantas. Para un cultivo fuera de temporada podemos usar semillas automáticas, tradicionales o clones; la única pega que tiene este sistema es que las plantas apenas crecerán una vez las saquemos al exterior; al contrario, una vez aclimatadas al ambiente empezarán a florecer sin importar su tamaño.
Por este motivo, lo ideal es dar crecimiento a las plantas en interior unas semanas antes de sacarlas al jardín. De esta forma, podremos terminar nuestro cultivo con plantas de tamaño considerable, teniendo en cuenta que, pese a no crecer debido al corto fotoperiodo exterior, las plantas sí experimentarán el estirón (stretching) típico durante las primeras semanas de floración. Protegerlas de las bajas temperaturas, viento y precipitaciones con un invernadero es también ideal, pues las plantas florecerán de manera más abundante y con menos riesgos de sufrir contratiempos.
Unos sencillos fluorescentes son suficiente para dar crecimiento a semillas tradicionales o clones, no nos hace falta un armario de cultivo como el que usaríamos para florecerlas. Por ejemplo, si ponemos a crecer bajo luces artificiales semillas o clones desde primeros de año, en Febrero tendremos ya plantas de tamaño considerable, perfectas para sacar al jardín para una floración de primavera. Muchos cultivadores de interior aprovechan este momento para sacar las madres a florecer en el jardín, obteniendo plantas con múltiples ramas y estupendos rendimientos.
Otra opción es cultivar semillas automáticas; si optamos por ello, las plantaremos a mediados de Febrero-Marzo (dependiendo de los periodos de floración) directamente fuera para la cosecha de primavera, y en Agosto/Septiembre para la de otoño, siempre en el lugar más soleado posible. Este sistema nos ahorra la necesidad de crecer las plantas en interior previamente, aunque lógicamente no tendremos la uniformidad de resultados que obtendríamos en caso de usar clones.
Cultivo de cannabis en primavera
De manera natural, las plantas de marihuana crecen durante la primavera y empiezan su floración en verano. Quien haya cultivado clones en el exterior sabrá que, por haber sido criados bajo un fotoperiodo de 18/6 en interior, si los sacamos al jardín antes de mediados de mayo éstos florecerán. Mediados de mayo es la fecha crítica aproximada para las plantas de cannabis en relación al fotoperiodo que tienen en interior; es la época en que los clones que estén floreciendo en exterior desde Febrero-Marzo empezarán a revegetar (dejarán de florecer para ponerse a crecer, pues habrá ya muchas horas de sol diarias) y también es la fecha adecuada para sacar a crecer los clones que queramos florecer durante el verano, en un cultivo «normal». Muchos cultivadores, para curarse en salud, escogen el 1 de Junio como fecha perfecta para poner bajo el sol a sus preciados clones, evitando así que puedan ponerse a florecer en vez de crecer.
Por ello, y para evitar la revegetación de nuestras plantas (o tener que cortarlas antes de su punto exacto de maduración) debemos fijar como fecha de cosecha mediados de Mayo. En caso de cultivar clones o autos con predominancia índica, podemos sacarlos al exterior hacia primeros de marzo. Si tratamos con Sativas, debemos sacarlas antes, en caso necesario al empezar Febrero. A medida que pasan los días, mayor cantidad de luz solar y mejor temperatura tendrán, por ello intentamos sacarlas lo más tarde posible, siempre y cuando acaben para mediados de Mayo.
Normalmente, los cultivadores que usan esta técnica han crecido las plantas en interior en tiestos pequeños y las trasplantan a uno mayor en el momento de sacarlas al exterior, ahorrando así mucho espacio en el interior. Por ello es interesante, durante las dos primeras semanas de vida exterior de la planta, aportarle un buen estimulador de raíces, para que pueda colonizar el nuevo tiesto con sus raíces y ofrecer así el máximo de flores posible. Es también útil durante estas dos primeras semanas darles un abono de crecimiento o, en cualquier caso, un fertilizante con un aporte de nitrógeno suficiente para la estirada que dará en pre-floración.
A partir de aquí, y vigilando siempre las máximas y mínimas de humedad y temperatura dentro del invernadero, se trata de hacer una floración normal de marihuana, aportando las dosis de nutrientes y estimuladores que usaríamos normalmente, y siempre con la idea de que deberemos cosechar nuestras plantas, a muy tardar, a mediados de Mayo.
Cultivo de marihuana en otoño
El principio es el mismo que para el cultivo de primavera, aunque no hay límite en cuanto a la fecha de cosecha. En caso de sacar clones al exterior desde Agosto a Mayo del año siguiente, éstos florecerán automáticamente. Por ello, podemos sacar clones en Septiembre y cosecharlos sobre Noviembre-Diciembre (dependiendo, como siempre, de la variedad); si sacamos clones hacia Septiembre, éstos estarán empezando su floración prácticamente cuando las plantas «normales» empiecen a estar listas para cosechar. Podemos sacarlos más tarde, en Octubre o Noviembre, aunque en muchas zonas el frío intenso afectará a la cosecha.
Al haber un fotoperiodo constante apto para la floración de cannabis hasta la primavera siguiente, en este caso no tenemos el problema de la revegetación que sí teníamos en el cultivo de Primavera, aunque debemos tener en cuenta que cuanto más se alargue el cultivo de Otoño, nuestras plantas tendrán que soportar temperaturas más y más bajas (y más lluvias, humedad, heladas, etc). Por ello, de nuevo el uso de un invernadero o estructura similar es muy importante, pues podemos optimizar el rendimiento de nuestras plantas.
Una buena idea también es usar contenedores negros, que ayudarán a que las raíces estén más calientes, así como levantar las macetas del suelo con algún tipo de material aislante. Si tenemos acceso a electricidad en nuestro invernadero, podemos plantearnos también el uso de mantas o cables calefactores para las horas de más frío. En este tipo de cultivos no es aconsejable regar a última hora de la tarde (el exceso de agua en el sustrato durante la fría noche podría congelar el cepellón), siempre es mejor hacerlo por la mañana, cuando el sol ya esté alto.
Resumen y conclusiones del cultivo de cannabis fuera de temporada
Hemos visto como, con la ayuda de unos sencillos fluorescentes (en interior) y un invernadero (en exterior), podemos realizar fácilmente tres cosechas de marihuana al año en exterior. El fotoperiodo natural que se da en nuestro país durante la Primavera y Otoño, así como las temperaturas y clima, así nos lo permiten.
Cultivar fuera de temporada tiene, como tantas otras cosas, ventajas e inconvenientes; por un lado, se trata de épocas de cosecha en las que los ladrones de cannabis, vecinos curiosos o agentes de la Ley suelen estar por otros menesteres, por lo que es bastante más seguro cultivar durante estos meses que en pleno verano. Es también el aporte extra de cogollos perfecto para aquellos que, por las razones que sea, no pueden autoabastecerse de marihuana para todo el año en una sola cosecha.
Cultivar cannabis fuera de temporada tiene también algún inconveniente: como hemos comentado, los clones apenas crecerán (se pondrán a florecer directamente al sacarlos al exterior) y las semillas automáticas no lo harán de manera tan vigorosa como lo harían en los meses de mayor insolación. La producción será algo menos generosa que la obtenida en la cosecha estival, pues las plantas presentarán ligeros cambios en su fenotipo «normal»: la relación cáliz hoja será sensiblemente peor que en verano (habrá más pequeñas hojas en los cogollos), y las flores no se hincharán tanto ni serán tan densas.
Aun así, precisamente estos cambios (en teoría, a peor) en el fenotipo producen una característica deseable en nuestros cogollos si deseamos hacer extracciones de resina; al ser éstos mas aireados y tener una increíble capa de enormes tricomas debido a las condiciones ambientales, son perfectos para hacer concentrados, especialmente hachís. Es por ello que muchas veces los cultivadores se refieren a estas cosechas como «hachiseras».
Os animamos a tod@s a probar el cultivo fuera de temporada, es una muy buena manera de completar la cosecha de verano, o de obtener excelentes cogollos para vuestras extracciones y concentrados preferidos.
Buenos humos!!