La floración de las plantas de Marihuana

La planta de marihuana pasa por diferentes estadios de vida antes de llegar a su cosecha. Estas etapas son: germinación, precrecimiento, crecimiento y floración. Dependiendo de la fase de vida en que se encuentre los cuidados pueden variar mucho.

Veamos cuales son los cuidados que requiere una planta de marihuana durante su vida y vamos a explicar el porqué de cada fase, en este caso nos centramos en la floración de la planta de marihuana.

Fase de pre floración de la marihuana tras el cambio de fotoperiodo

Nos ponemos en antecedentes. Las plantas están bien crecidas y ahora toca pasarlas a floración con lo que tendremos que tener en cuenta qué hacer con ellas durante esta etapa de su vida.

Las plantas están creciendo bien, ya han ocupado un poco más del 50% del espacio cultivable, y ahora toca cambiar el fotoperiodo de los temporizadores; en vez de usar un 18/6h usaremos un 12/12h para inducir a las plantas a la floración.

Dependiendo del tipo de planta y de la genética que se cultive, el tiempo que pasa desde el momento en que cambiamos el fotoperiodo a 12/12h hasta que empieza a mostrar las primeras flores puede variar bastante, y más si estamos hablando de diferencias entre plantas índicas y sativas puras.

El tiempo que pasa entre que la planta se pone a 12/12h y se empiezan a ver las primeras flores se llama stretching, palabra procedente de la lengua inglesa y que significa estiramiento. La diferencia entre el stretching de una planta índica y el de una sativa no tiene nada que ver.

Las plantas índicas tienen un estiramiento mucho menor que el de las plantas sativas. La gran mayoría de plantas índicas proceden de países que tienen diferentes estaciones en un año. Las diferentes estaciones hacen que las plantas puedan diferenciar bien el periodo de crecimiento al de floración según las horas que hay durante el día y la época del año en que se encuentren. Más horas de sol igual a crecimiento y menos horas igual a floración, por esto las plantas fotodependientes crecen en primavera y florecen en verano.

En el caso de las sativas como, por lo general, proceden de lugares tropicales en los que hay un horario de luz anual que roza siempre las 12 de luz y las 12h de oscuridad, su estiramiento debe ser mayor al de las índicas ya que las plantas tienen que poder crecer lo suficiente como para poder asegurar su descendencia. La evolución de las plantas de marihuana desde su creación y su gran poder de adaptación al medio ha llevado por sendas distintas a las plantas índicas y a las sativas.

Así que cuando se vayan a cultivar plantas en interior hay que tener muy en cuenta su stretching para saber qué crecimiento se le debe dar a las plantas antes de ponerlas a floración y así poder controlar su altura final evitando tener problemas por ello.

En el caso de cultivar índicas puras hay que tener en cuenta que éstas no suelen más que duplicar su tamaño inicial, antes de que esta sea puesta a floración. Si se tienen plantas de 30cm estas acabarán como mucho con una altura de unos 60cm doblando su tamaño al final del periodo de stretching.

En el caso de las sativas hay que tener en cuenta que estas plantas pueden incluso cuadriplicar su tamaño inicial con lo que una planta de 30cm puede acabar alcanzando hasta 1.20m de altura. Es por este motivo que cuando se trata de cepas sativas que tienen un periodo de floración muy largo, al que también se le asocia de manera directa un largo stretching como el que hemos comentado, las plantas se pueden poner a floración directa a 12/12h, desde la germinación, evitando que las plantas crezcan demasiado. También se pueden podar en caso de querer realizar un cultivo en SCROG con pocas plantas por m2.

Plantas de marihuana sativas con un stretching pronunciado:

• Old Timer’s Haze de ACE Seeds
• 2046 de Medical Seeds
• Wild Thailand Regular de World Of Seeds

Plantas de marihuana índicas con un stretching reducido:

• Bubba Kush
• Black Afghani
• Washing Machine
• TNT Kush

Inicio de la floración en las plantas de Marihuana

El inicio de la floración en las plantas de marihuana se da justo cuando aparecen las primeras acumulaciones de pistilos surgidos de las preflores hembra. En este momento la planta nos está indicando que sus necesidades nutricionales han variado y que a partir de este momento el fósforo y el potasio tendrán más presencia que el nitrógeno.

En este momento las plantas ya han cambiado el chip y se han focalizado en la creación de cogollos. Dependiendo de la planta que se cultive, si es más índica o más sativa, requerirá de unos mayores o menores niveles de nutrientes. Este hecho también viene dado por la duración de la floración según la genética cultivada. Si es una planta más sativa con un largo periodo de floración, los niveles de nutrientes suelen ser más bajos y de una subida más lenta y progresiva semana a semana. Si de lo contrario se usan plantas más índicas, al tener una floración más corta, estas suelen requerir (generalmente) una mayor cantidad de nutrientes, en pocas semanas, ya que disponen de menos tiempo para acabar su floración.

A partir de este momento podemos hablar de la floración de plantas índicas y de plantas sativas. En caso de cultivar híbridos de marihuana hay que tener que tener en cuenta la composición genética del cruce y si estos son mayormente índica o sativa para poder aplicar un régimen nutricional u otro, aunque muchas veces será una mezcla de los dos.

*Esta tabla de cultivo es orientativa, los niveles de nutrientes de cada semana pueden ser diferentes o deben adecuarse según la genética de marihuana cultivada. Es factible modificar la tabla según la necesidad, pudiendo usar esta tabla como punto de referencia para subir o bajar los niveles a conveniencia.

Como no todas las plantas índicas o sativas son iguales, tampoco lo debe ser su alimentación. Por ejemplo, si se cultivan dos cepas índicas en el mismo cultivo es posible que se tengan que realizar pequeñas variaciones en la alimentación entre las diferentes plantas cultivadas. Aunque cabe decir que estas variaciones de nutrientes no son muy grandes, con lo que se puede usar un punto medio que vaya bien a ambos tipos de genéticas.

Las tablas de cultivo nos sirven como una pequeña ayuda para saber que concentraciones de nutrientes requieren semana a semana pero es a través de la visualización de las hojas, tallos, raíces, etc cuando sabremos realmente si las plantas están correctamente alimentadas o bien, si sufren de una carencia o de un exceso de nutrientes.

Los compañeros de Aptus disponen de una útil gráfica que explica los nutrientes que requieren les plantas según la semana de vida:

En el gráfico podemos ver los diferentes nutrientes que la planta requiere y la diferencia que hay entre un tipo de nutriente u otro (nitrógeno, fósforo, potasio o calcio) según la etapa en que se encuentre la planta.

Como podemos ver en el gráfico, en las primeras semanas de floración durante el periodo stretching, (tabla para índicas de 8 semanas) observamos como el nutriente más indispensable para la planta es el nitrógeno. Durante esta etapa la planta requiere de altas dosis de nitrógeno para poder estirarse y poder formar en pocas semanas la estructura vegetal donde aparecerá el cogollo.

Estas dos semanas, cuando el nitrógeno es necesario en grandes dosis, si bien lo es para las plantas índicas, no lo es tanto para las sativas, pues con unos niveles un poco más bajos es suficiente como para que la sativa siga creciendo sin carencias, pues éstas absorben menos nutrientes que las índicas (siempre hablando en téminos genéricos).

En este estadio de vida de la planta, si se ve privada de nitrógeno las hojas de la parte baja empiezan a amarillear, mostrándonos las carencias de nitrógeno. Si entramos en floración con una carencia de nitrógeno, (o de cualquier otro tipo de nutriente) seguramente se van a arrastrar hasta el final del cultivo y como consecuencia la planta no se desarrollará por completo, ni en altura ni en cantidad de nudos por rama, repercutiendo en una menor cantidad de cogollos y con ello una menor producción.

Periodo de floración de la plantas de Marihuana

Una vez entrada en la etapa de floración, vemos que las plantas en la 3ª y 4ª semana de floración requieren unos niveles de nitrógeno más o menos parecidos a la semana anterior. El punto máximo de aportación de nitrógeno ya se ha dado y ahora va decayendo frente a la aportación de fósforo y de potasio.

A partir de la 2ª semana de floración vemos como la necesidad de fósforo va aumentando. En la 3ª semana requiere del doble de lo aportado en la semana anterior, como sucedió en su momento con el nitrógeno durante la fase de stretching.

Es en este momento cuando podemos aportar un extra de potasio, ya sea mediante el uso de PK13/14 u otros productos con más concentración como el Monster bloom, aunque lo ideal sería poder aportar por separado cada elemento como es el caso de los abonos de Aptus los cuales se presentan con cada nutriente por separado pudiendo adecuar el nivel de cada nutriente según la semana de cultivo. Cabe decir que no son la mejor opción para los cultivadores iniciados pero si lo son para aquellos que buscan un verdadero desafío para mejorar la alimentación de las plantas.

A partir de la 3ª semana de floración vemos como el calcio hace acto de presencia. Este es el 4º nutriente que más requiere la planta durante su cultivo después del NPK. Desde Alchimia recomendamos usarlo siempre durante todo el cultivo, desde el crecimiento hasta la floración para que la planta no tenga carencias. Cada vez más se usan abonos concentrados pero sin contener extra de calcio en la misma botella, por este motivo hay que aportarlo por separado y desde buen inicio. Recordad que a más NPK también son más los micronutrientes que hay que aportar para evitar una descompensación en el metabolismo de las plantas.

Si no se usa el calcio en esta etapa de la vida, seguramente se podrán fácilmente divisar carencias de Calcio. Estas en primer lugar se dan en las hojas más antiguas de la planta tanto en la parte más baja como en la parte media de la planta.

Estas carencias se detectan en primer lugar como unos puntos blancos en las hojas como si de picaduras de insectos se tratara, tipo araña roja, o trips. Más adelante estas manchas de color blanco van degenerando y se hacen de mayor tamaño a la vez que se va quemando poco a poco por el centro de la mancha hasta que se hace un agujero en el medio. Cuando esta carencia se detecta en este estado avanzado lo único que se puede hacer es evitar que esta carencia vaya a más aportando Ca extra con productos como el Calgreen.

A partir de la 4ª semana de floración vemos como también entra en juego el magnesio. El calcio y el magnesio deben ir de la mano siempre. Si se sube el magnesio hay que subir el calcio y viceversa. Hay que tener en cuenta que hay que aportar 1 parte de magnesio por 2 de calcio. Hay que comentar que los complementos de calcio suelen ir acompañados también de magnesio en la misma botella para evitar desequilibrios en la nutrición. Si este es el caso, tan solo hay que preocuparse de subir los niveles de Ec con Ca y Mg hasta el punto necesario según la semana de cultivo.

Entre la 4ª y la 5ª semana de floración vemos como el potasio entra en juego. Ahora la planta ya tiene su estructura vegetal formada sobre la cual irán creciendo los cogollos hasta el final de su floración.

El incremento semanal de potasio es esencial para que la planta pueda seguir creando más flores y acabar la floración con los cogollos completamente desarrollados, llenos de resina y con unos olores y sabores destacables.

Así pues, y según el gráfico que usamos como soporte, vemos que desde el inicio de la 4ª semana de floración hasta mediados de la 6ª semana, la demanda de potasio va en aumento progresivamente. Estas semanas las llamaremos semanas de engorde, donde la planta se centra en la creación masiva de flores y en la secreción de resina. En este punto del cultivo es cuando las plantas comen más y requieren de más nutrientes, sobre todo de potasio aunque hay que acompañarlo de fósforo para evitar que se desequilibre el metabolismo de la planta.

A partir de la 7ª semana de floración los niveles de nutrientes en general van decayendo poco a poco, pues toda la estructura de la planta ya está creada, los cogollos están bien formados y ahora tan solo queda la maduración de las flores y que los tricomas evolucionen favorablemente llegando a su punto optimo de maduración, momento en el que las plantas podrán ser cosechadas.

En la penúltima semana de cultivo, la número 8 para plantas de 9 semanas, se rebaja o se quita por completo el aporte de nutrientes a las plantas. Cabe decir que para ir bien, hay que rebajar los nutrientes poco a poco para evitar provocar un estrés a la planta que podría derivar en la formación de pequeñas flores macho al final de su cultivo. Si se le quita todo el abono de golpe como en el caso de los cultivos hidropónicos los niveles de EC entre planta y sustrato varían mucho con lo que la planta tratará de igualar ambas EC (interna y externa del sustrato) con lo que evacuará toda la EC que pueda, quedando inestable su metabolismo con el consecuente estrés que provoca en parte el hermafroditismo en plantas que en un principio no deberían serlo.

Las plantas de cannabis antes de ser cosechadas deberían tener la gran mayoría de hojas de color amarillo. Este color indica la falta de nitrógeno y otros nutrientes en ellas, lo que nos asegura que los cogollos tendrán un mejor sabor y olor ya que no habrán interferencias provocadas por las sales acumuladas en las hojas, tallos y flores.

Cabe recordar que en el caso de que las plantas se cosechen con un color verde muy fuerte, el sabor de las flores no será el que realmente le corresponde ya que tendrá muchas interferencias por el hecho de no contener las características organolépticas que deberían tener.

¡Qué tengáis buenos cultivos!