Lista de contenidos
- La materia orgánica del suelo
- ¿Qué son los ácidos húmicos?
- ¿Qué son los ácidos fúlvicos?
- Ácidos húmicos, fúlvicos y cannabis
- Productos con ácidos húmicos y fúlvicos
El uso de ácidos húmicos y fúlvicos es cada vez más popular entre los cultivadores de cannabis, que han sabido ver y aprovechar las ventajas que supone para la obtención de un suelo sano, rico y vivo, lo que se traduce en plantas felices y abundantes cosechas. Gracias a estos compuestos, se mejora de forma ostensible la absorción y aprovechamiento de los nutrientes por parte de las raíces, que crecen sanas y fuertes, además de incrementarse el peso final de la cosecha.
Ya se trate de cultivos en tierra – «orgánicos», como suelen conocerse – o de cultivos hidropónicos o sin suelo, el cultivador puede sacar provecho de los ácidos húmicos y fúlvicos de manera sencilla gracias a la gran cantidad de productos que los contienen. De hecho, su uso es especialmente recomendable en sistemas con sustratos inertes, que de por sí no contienen vida ni nutrientes, pues de esta manera todo el fertilizante líquido añadido se gestiona de la mejor manera por parte de la planta.
La materia orgánica del suelo
El sustrato está compuesto de un gran número de sustancias, algunas de ellas fruto de una transformación de las moléculas que las forman. Dentro de los componentes orgánicos del suelo, encontramos por un lado los organismos vivos y por otro la materia orgánica, que suele provenir de procesos de transformación química y microbiana de los diversos residuos orgánicos presentes en la tierra.
A su vez, podemos dividir esta materia orgánica entre productos inalterados (frescos, no modificados) y productos alterados (a veces llamados humus), que son productos transformados que no se parecen física ni químicamente a los compuestos de los que proceden. En ocasiones se habla de estos productos alterados como procedentes de un proceso de humificación.
Finalmente, dentro de los productos alterados nos encontramos con sustancias no húmicas (aminoácidos, lípidos y carbohidratos o azúcares) y sustancias húmicas, que son las que hoy nos ocupan. El término «húmicas» es genérico, lo que significa que se refiere a diversos materiales que suelen clasificarse según su grado de solubilidad:
- Ácidos húmicos
- Ácidos fúlvicos
- Huminas (sustancias húmicas insolubles)
La mayor parte de ácidos húmicos y fúlvicos a la venta provienen de la leonardita, una sustancia terrosa producto de un proceso de carbonización aún por terminar, un proceso de fosilización por el que los residuos vegetales son compactados y calentados y, con el tiempo, convertidos de materia vegetal a turba, y de ésta a lignito, hulla y finalmente antracita (la leonardita se forma cuando la turba pasa a lignito). El alto contenido en estos compuestos que presenta la leonardita, sumado a su alta bioactividad, hacen que ésta sea la principal fuente de sustancias húmicas.
¿Qué son los ácidos húmicos?
Fruto de la descomposición de la materia orgánica presente en el medio (humus, turba) por parte de la vida microbiana del suelo, los ácidos húmicos son macromoléculas de color oscuro solubles en aguas alcalinas que representan una excelente forma de enmendar y revitalizar el suelo debido a su elevado peso molecular. A su vez, permiten también una mejor gestión y movilidad de los nutrientes disponibles en el sustrato y mejoran la retención de agua del mismo.
Su acción quelatante hace que se adhieran a los micronutrientes presentes en el medio de cultivo y creen un enlace con el que son mejor absorbidos por las raíces de la planta. Se mejoran pues tanto la capacidad de intercambio catiónico (CIC) como la capacidad de tampón del sustrato, lo que beneficia el desarrollo vegetal. Incrementan la liberación de nutrientes fijados en el suelo mientras mejoran la absorción de los micronutrientes, lo que puede ahorrar muchos dolores de cabeza al cultivador ya que ¡no siempre es fácil el diagnóstico de una carencia de micronutrientes!
¿Qué son los ácidos fúlvicos?
Los ácidos fúlvicos son materia húmica de un color amarillento-pardo, similares a los anteriores aunque con un menor contenido en carbono y mayor en hidrógeno, lo que hace que su peso molecular sea menor. Son macromoléculas solubles en agua a cualquier pH, y por sus características son especialmente hábiles a la hora de traspasar la membrana de hojas y células vegetales.
Este hecho hace que sean usados a menudo por vía aplicaciones foliares, pulverizando sobre las hojas, aunque también pueden utilizarse en el agua de riego o la solución nutriente. Son ideales cuando se necesita una acción rápida, actuando como un excelente agente enraizador.
Ácidos húmicos, fúlvicos y cannabis
Después de ver todas estas características, no resulta extraño que cada vez más cultivadores – sobre todo profesionales – hagan uso de estas sustancias húmicas para mejorar el rendimiento de sus instalaciones de cultivo, reduciendo el uso de abonos e incrementando el peso final de sus cosechas. Esto se traduce en menor inversión y mayor beneficio, que es el objetivo del cultivador.
Hagamos un repaso a los beneficios del uso de ácidos húmicos y fúlvicos en el cultivo de cannabis:
- Mejora de la retención del agua del suelo, de la actividad microbiana y del intercambio catiónico
- Aumentan la capacidad amortiguadora del suelo, así como su drenaje
- Mejoran la absorción de nutrientes (acción quelatante) y facilitan su movilidad, también vía foliar
- Hacen que las toxinas en el suelo estén menos disponibles para las plantas
- Potencian el metabolismo de las plantas, siendo ideales para germinación de semillas, enraizado de esquejes y después de transplantes
- Facilitan la división celular, lo que incrementa la tasa de crecimiento de las plantas
- Mejoran la fotosíntesis, siendo ideales para plantas con poca exposición solar (particularmente los ácidos fúlvicos aplicados foliarmente)
Productos con ácidos húmicos y fúlvicos
Pueden encontrarse en formato líquido (que suele mezclarse en la solución nutriente) o sólido (que también puede diluirse o usarse directamente mezclando el polvo y el sustrato). Como se ha mencionado, son aptos para todo tipo de medios de cultivo, ya sea tierra, coco, lana de roca o sistemas hidropónicos sin suelo (aeropónicos). Por sus características, pueden usarse también vía foliar, siendo así altamente efectivos.
Estos son algunos de los productos con ácidos húmicos y fúlvicos
- Ácido húmico y fúlvico de Terralba
- Blackjak de Growth Technology
- Enhancer de Green House Feeding
- Fulvic de Vitalink
- Startbooster de Aptus
- Power Roots de Plagron
- Diamond Black de General Organics
- Elycitor de Bio Technology
- Roots+ de Bio Technology
Como podéis comprobar, la gama de nutrientes ricos en ácidos húmicos y fúlvicos es amplia y variada, con todo tipo de formatos y combinaciones con otros compuestos… ¡la elección es vuestra!
Nosotros sólo podemos recomendar su uso en vuestros cultivos, que es una excelente manera de complementar un plan nutricional equilibrado y asegurarse de que las plantas trabajarán al 100% de su capacidad.
¡Felices cultivos!