Uso responsable de los pesticidas en el cultivo de cannabis

Lista de contenidos

  1. Pesticidas biológicos y químicos
  2. Pesticidas por contacto y sistémicos
  3. Uso de pesticidas en cultivo interior
  4. Uso de pesticidas en cultivo exterior
  5. Insecticidas y fungicidas para cannabis recomendados
    1. Insectos
    2. Hongos
    3. Otros

A estas alturas de la temporada, cuando las plantas de exterior comienzan su etapa de floración y los cultivos de interior sufren las temperaturas más altas del año, es común que aparezcan también las primeras plagas en el jardín, que son particularmente difíciles de combatir precisamente por las elevadas temperaturas, que en la mayoría de ocasiones favorecen su propagación. Nuestras plantas son pues más sensibles que nunca a las plagas de insectos y, más adelante y una vez hayan desarrollado cogollos, de los temibles hongos.

Por todo ello, se trata de una de las épocas del año donde más insecticidas (principios de verano) y fungicidas (finales de verano) se utilizan, pues ningún cultivador quiere ver como sus esfuerzos y dedicación se van al traste por culpa de una plaga. Sin embargo…¿hacemos buen uso de los pesticidas? ¿Cómo podemos limitar su impacto en nuestra salud y el medio ambiente? Este artículo nace de mi propia experiencia durante los años que cultivé cannabis en exterior en el jardín de mi casa, de cómo vi disminuir paulatinamente la fauna en él y, por suerte, de cómo la he visto renacer en los últimos años gracias a un uso más responsable de los productos fitosanitarios.

Pesticidas biológicos y químicos

La primera distinción que debemos hacer antes de decidirnos a utilizar uno de estos productos es si lo queremos biológico (suelen ser extractos de otras plantas, hongos o bacterias beneficiosos, etc) o químico (formulados en el laboratorio a partir de sustancias tóxicas). Por supuesto, lo recomendable es usar siempre insecticidas o fungicidas biológicos, pues su impacto en el medio ambiente y para nuestra propia salud es mucho menor (tanto para su fabricación como durante su uso). Así, los productos químicos deberían quedar relegados a casos de extrema gravedad y para cuando los remedios biológicos no hayan funcionado.

Sea el caso que sea, usar guantes de protección y máscara al aplicar estos productos es siempre recomendable, así como respetar a rajatabla los periodos de seguridad mínimos especificados por el fabricante. De hecho, es buena idea sumarle siempre 7-10 días a dicho periodo para curarnos en salud y asegurarnos de que cosechamos nuestras plantas libres de pesticidas. Además, apagar los ventiladores del cultivo durante la aplicación foliar evitará que una corriente de aire os eche el producto encima.

Debemos recalcar un hecho importante: los pesticidas químicos pueden permanecer en la planta durante años, por lo que cualquier esqueje que se saque de plantas madre tratadas con químicos dará positivo en un análisis de pesticidas. Si bien es algo que al cultivador doméstico puede no preocupar demasiado, sí se trata de una cuestión vital para muchos cultivadores legales cuyo producto debe pasar estrictos controles de calidad antes de llegar al mercado. En caso de usar plantas tratadas, existe la posibilidad de que se le deniegue el permiso para venderlas, lo que obviamente supone un duro revés para el profesional.

Pesticidas por contacto y sistémicos

Hecha la primera distinción, quedará ahora por decidir si queremos un producto que actúe por contacto o de manera sistémica. La diferencia es obvia; los primeros actúan – de distintas formas – al entrar en contacto con el insecto u hongo, permaneciendo en el exterior de la planta y no dejando que las esporas germinen y penetren en el tejido vegetal (en caso de hongos) o matando a los insectos (en el caso de los insecticidas). Se trata pues de una buena opción como producto preventivo de plagas, especialmente en el caso de los hongos.

Por contra, los productos sistémicos se absorben a través de los estomas de las hojas o de las raíces, por lo que los compuestos son repartidos a todas las partes de la planta y permanecen activos durante días o semanas, dependiendo del producto. Son pues ideales cuando se detecta la aparición de alguna plaga, aunque debe tenerse en cuenta a su vez el periodo de seguridad que, no nos cansaremos de repetir, deberíais alargar un poco más de lo indicado. En caso de insectos, pueden usarse insecticidas sistémicos como preventivo.

Uso de pesticidas en cultivo interior

Utilizar pesticidas en cultivo interior es más común de lo que pueda parecer al no iniciado. A menudo las condiciones de temperatura y humedad en los cultivos interiores son ideales para la reproducción de muchas plagas, especialmente de insectos y en menor medida de hongos. Además, muchas veces los problemas empiezan en el entorno exterior del cultivo; si éste presenta alguna plaga, es casi seguro que ésta conseguirá abrirse camino hasta nuestra sala o armario de cultivo. Lo mismo sucede al introducir plantas que vienen de otro ambiente como un jardín exterior u otro cultivador, que son a menudo portadoras de otras cosas aparte de alegrías.

El impacto de estos productos en cultivos con luz artificial se limita normalmente a la seguridad de las personas que van a consumir la yerba o alguna extracción de resina de la misma, pues no existe un ecosistema como escenario de cultivo que pueda resultar dañado. Nuestro consejo entonces es siempre el mismo:

  • Prevención: uso regular y alterno de diversos productos 100% biológicos durante la fase de crecimiento. A no ser que haya problemas con hongos como el oídio, podemos centrarnos en insecticidas contra mosca blanca, trips y araña roja. Como hemos visto, aplicaciones regulares de fungicidas por contacto harán muy difícil que las esporas de éstos puedan germinar en la superficie de la planta. Por contra, aplicaciones de insecticidas sistémicos dificultarán en gran medida la aparición y propagación de insectos.
  • Tratamiento de plagas: A ser posible, si podemos retirar las plantas y darles una ducha generosa con agua ésta arrastrará la mayor parte de insectos adultos, sobre todo si tomamos especial cuidado en rociar bien el envés de las hojas. Una vez secas las plantas, usamos el insecticida biológico apropiado para la plaga en cuestión. Lo ideal es repetir este proceso cada 2-3 días (sin necesidad de repetir la ducha con agua). Utilizar depredadores naturales de la plaga en cuestión resulta muy útil en algunos casos (se deberá procurar que sean compatibles con el insecticida que se utilice, si es que va a usarse alguno).

Es importante tener en cuenta que lo ideal es pasar las plantas a floración totalmente sanas y libres de plagas. De esta forma aumentamos mucho las posibilidades de conseguir una cosecha exitosa sin tener que usar ningún producto por aplicación foliar durante la floración, algo que cualquier cultivador experimentado sabe que aumenta la calidad de los cogollos. Como mucho, os recomendamos usar productos como prevención hasta la segunda semana de floración, pero procurad no rociar jamás los cogollos!

Uso de pesticidas en cultivo exterior

Si bien en el cultivo interior no hay otras plantas o fauna que puedan verse afectados por la aplicación de pesticidas en las plantas de cannabis, sucede todo lo contrario en el caso de cultivo de exterior, especialmente si se trata de jardines donde hay otras plantas. Al usar estos productos, estamos poniendo en riesgo el equilibrio de nuestro jardín, pues no sólo trips, orugas y arañas rojas serán los afectados; otros insectos tendrán al alcance a nuestras plantas «envenenadas», así como mascotas, niños, etc.

El caso puede ser especialmente grave si se utilizan estos productos no sólo con las plantas de cannabis sino con otras plantas del jardín, sobre todo en el caso de los pesticidas químicos. Os lo aseguro, en pocos años la población de abejas, mariposas y muchos otros insectos se habrá visto seriamente afectada. ¿Qué sucede en un jardín sin insectos? Pues que también se quedará sin pájaros, murciélagos y otros animales que se alimentan de ellos, que irán a buscar su comida a otro sitio. Se entra pues en una especie de rueda que lleva a un jardín sin apenas vida animal, una auténtica lástima cuando uno lo compara a un jardín lleno de vida y color.

Las medidas de seguridad adecuadas son las mismas que hemos visto para el cultivo interior, con la salvedad de que debemos tener en cuenta que ahora sí estamos causando un impacto en el medio ambiente al usarlos. Procurad no rociar jamás las plantas si sopla viento, os sorprendería la distancia a la que éste puede llevar el producto! Por supuesto, en caso de tener niños o mascotas debemos asegurarnos de que no puedan acceder ni al producto ni a las plantas tratadas en ningún momento. Como suele decirse, mas vale prevenir!

Por todo ello os animamos a usar productos biológicos, siempre con moderación y sólo en las plantas que veáis afectadas. Los insecticidas y fungicidas de amplio espectro funcionan muy bien y son prácticos, pero también atacan a otros insectos u hongos que no son enemigos de nuestras plantas y que cumplen su función dentro del equilibrio natural y la cadena alimentaria del suelo y de la superficie. Si además de cultivadores sois padres, es una estupenda ocasión para explicarles a los pequeños este maravilloso equilibrio y qué podemos hacer para respetar y salvaguardar a nuestro medio ambiente en la mayor medida que podamos.

Insecticidas y fungicidas para cannabis recomendados

Os proponemos aquí una breve lista de algunas de las plagas de la marihuana más comunes, así como preventivos y remedios biológicos para plagas que podéis utilizar para combatirlas. Recordad que, a menudo, lo mejor es alternar dos productos distintos que traten la misma plaga para evitar la tolerancia al compuesto activo:

Insectos

  • Mosca blanca: Trabe Neemazal – Aceite de neem, Trabe Oleatbio – Jabón potásico, Trabe – Tierra de diatomeas, Trabe Aliosan
  • Trips: Spruzit Mittel, Trabe Neemazal – Aceite de neem, Trabe Oleatbio – Jabón potásico, Trabe – Tierra de diatomeas, Trabe Aliosan
  • Araña roja: Trabe Neemazal – Aceite de neem, Spider Mite Control Plus, Trabe Oleatbio – Jabón potásico, Trabe – Tierra de diatomeas, Trabe Aliosan
  • Mosca del suelo: Trabe Neemazal – Aceite de neem, Trabe – Tierra de diatomeas
  • Pulgón: Trabe Neemazal – Aceite de neem, Trabe Oleatbio – Jabón potásico, Trabe – Tierra de diatomeas, Trabe Aliosan
  • Orugas: Trabe Cordalene – Bacillus thuringiensis, Trabe – Tierra de diatomeas
  • Cochinillas: Spruzit Mittel, Trabe Neemazal – Aceite de neem, Trabe Oleatbio – Jabón potásico, Trabe – Tierra de diatomeas, Trabe Aliosan
  • Ácaros: Trabe Neemazal – Aceite de neem

Las cintas atrapa insectos son también muy útiles para acabar con los ejemplares adultos de mosca blanca y mosca del suelo, también de trips y pulgones aunque en menor medida.

Hongos

  • Oídio: Trabe – Cola de caballo, Trabe Urtifer – Harina de ortiga, Trabe Propolix, Neudo Vital – Neudorff, Aptus Fungone, Propolix Cinam
  • Botrytis: Trabe – Cola de caballo, Trabe Urtifer – Harina de ortiga, Trabe Propolix, Neudo Vital – Neudorff, Aptus Fungone
  • Mildiu: Trabe – Cola de caballo, Trabe Urtifer – Harina de ortiga, Trabe Propolix, Neudo Vital – Neudorff, Aptus Fungone
  • Pythium: Trichoderma harzianum, Elycitor

Otros

  • Caracoles, babosas: Ferramol antilimacos, Trabe – Tierra de diatomeas (como opción más biológica todavía os recomendamos machacar cáscaras de huevo y esparcirlas alrededor del tallo de las plantas. Caracoles y limacos las evitarán y dejarán a vuestras plantas en paz)
  • Pájaros, otros animales: Podéis cubrir vuestras pequeñas plántulas de exterior con malla de sombreado para protegerlas, que podéis retirar en cuanto las plantas tengan 2-3 nudos

Esperamos que este post os haya sido útil, pues la prevención y control de plagas en el cultivo de marihuana es muy importante si queremos tener éxito y cosechar flores de la mejor calidad. Y si además lo hacemos de manera segura y respetuosa disfrutaremos mucho más de ellas…

Felices cultivos!

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